? jolet?? de la Real Academia Gallega 263"=
BIBLIOGRAFIA
EL ALMIRANTE GALLEGO D. ENRIQUE REYNALDO MACDONNELL
Y DE GOND?
Guerra de Espa?a contra Estados Unidos en 1804 por Almirante Macdonnell.
Dr. J. FRANCISCO V. SILVA.?Madrid.
No nos cansaremos de repetir lo que en m?ltiples ocasiones hemos
sentado respecto al juicio pobre que nos merece el ambiente actual'
que se aspira determinante en otorgar testimonio de intelectualidad a'
cualquier indocumentado que, con una osad?a o habilidad pueril, copia '?
malamente unos cuantos textos de autores consagrados para servirlos
como propios a un p?blico indocto que los aplaude.
Que en nuestra Galicia va haci?ndose idiosincr?tico este necio de
fecto, nos lo confirma ver que peri?dicos que se consideran de induda
ble prestigio insertan en sus columnas apolog?as de gentes de tal ?ndole,
tan solo por el mero hecho d? relacionarse con aquellos, que disponen
de un ?rgano de publicidad de m?s o menos importancia, causando, sin
fijarse, da?o notorio a la cultura en general, y por ende el descr?dito
que acarrean al pa?s, entre los extra?os, que demasiado saben distin
guir el valer dedos elogiados.
No puede rezar esta apreciaci?n con nuestro excelente compa?ero
el joven doctor argentino, residente en Madrid, D. J. Francisco V. Silva.
Antes de editar el admirable libro cuyo t?tulo encabeza estas l?neas,
de tant?sima transcendencia para la bibliograf?a hispana y muy singu
larmente para la de nuestra regi?n, ya su cr?dito de persona erudita,
fervorosamente estudiosa, se hab?a testificado con la publicaci?n de
otras obras de car?cter hist?ricocient?fico, llev?ndole a incluirle en e
? elenco de escritores significados en las letras patrias.
Porque el Dr. Silva se enorgullece de su oriundez de espa?ol,
hablando y escribiendo la lengua que Espa?a leg? a su pa?s amado,,
y a toda la Am?rica latina. Abogando sin reservas por el ideal de una
Uni?n federal de los pueblos hispanos (Espa?a, Portugal, Brasil y la
Am?rica espa?ola) para formar consistente liga, que contrarreste el
esp?ritu de la pol?tica de absorci?n a la que aspiran otros estados de
fuerte poder?o, cuya tendencia bien se adivina en los presentes d?as.
Sin el descubrimiento del manuscrito que nuestro docto compa
?ero desenterr? del Archivo Central de la Armada (Madrid) no podr?a