186 BOLETIN DIE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
tus de annuis et menstruis reditibus, Gaspar Rodriguez escribe
justamente estas palabras: '?charissimus collega, virtute, nobili
tate generis et literis egregius, licenciatus Franciscus Salgado
Taboada, jurisconsultus Monte Regianus? (26). Esta amistad nace,
evidentemente, de su paisanaje, casi vecindad, se fortalece en
la convivencia de los estudios universitarios, increment?ndose
con la circunstancia de la misma promoci?n en la colaci?n de
grados y dura ya de por vida. La cita transcrita, intercalada en
la maciza prosa de una ?rida ?disputatio? jur?dica,, parece con
servar, a lo largo de los veinticinco a?os, transcurridos desde el
alegre d?a complutense de la borla roja de la licenciatura en
Leyes, un temblor humano, que al cabo de m?s de tres siglos y
medio, permanece inmarcesible, como testimonio vivo de un
acendrado sentimiento, pleno de cordialidad. ?
Salgado Taboada pertenece a la ilustre familia de los Sal
gado, frondoso ?rbol que tiene pujantes ramas en el valle de
Verin, seg?n nos informa ampliamente G?ndara en sus Armas
y Triunfos del Reino de Galicia. Don Francisco fue can?nigo en
Toledo y fiscal de la Suprema Inquisici?n, embajador de la Ma
jestad de Felipe IV en Italia, visitador de la Inquisici?n de
Sicilia y electo obispo de Segovia, dignidad que no acept? (27).
Carecemos de noticias sobre la posible actividad literaria de
Salgado Taboada, a que tan directamente alude Gaspar Rodri
guez, y creemos que la frase empleada ??literis egregius? ?
tiene un significado m?s concreto que el de simple jurisperito,
ya que en el siglo XVI, seg?n es sabido, el vocablo ?letrado?
alud?a a algo m?s que a docto en jurisprudencia. Tenemos la
evidencia de que habr? escrito, al menos, las acostumbradas
alegaciones jur?dicas, en que fue tan prolifica la actividad pro
fesional de la ?poca en que le toc? vivir.
(20) Lib. III, Quaest. vii del referido Tractatus, fol. 55 v de la edic.
de Medina del Campo (1604).
(27) Jes?s Taboada Chivite, en sus Varones ilustres de la comarca
de Ver?n, Madrid, Bola?os y Aguilar, 1946, p?gs. 2223, se limita a extrac
tar a G?ndara y no nos ofrece, como ser?a de desear, una acabada sem
blanza de este hijo insigne de las tierras de Verin. Nadie m?s indicado
que el para esta empresa, a la que fraternalmente le instamos. Cfr. Risco,
Vicente: Op. cit., pp. 737, 769 y 774, citando a Otero Pedrayo y a Fern?zi
dez Alonso.