78 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
ponerse Carlos I de Espa?a y V de Alemania, el cual, sin el soco
rro de la lectura, dejado a la fuerza ventajosa de su genio,' fue
uno de los m?s profundos pol?ticos de su siglo. Los romanos
conquistaron el mundo sin libros, y lo perdieron despu?s que los
tuvieron. ?,
El P. Feijoo teniendo en cuenta otras circunstancias, cede
con algunas concesiones: '
A nadie har? pol?tico el estudio de la Historia, que no lo sea
por su genio y naturaleza; pero al que tuviese las' prendas natu
rales necesarias podr? traerle alguna utilidad, ya porque le da
en general m?s conocimiento de la variedad de los genios de los
hombres, ya porque la naturaleza de muchos y extra?os sucesos
har? que no le sorprendan o pasmen los que ocurrieron. Ya Por
que los altos y bajos de la fortuna qu? se presentan a cada paso
en la historia le har?n cauto para no fiarse mucho en' la suya.
Verdad es que todo esto tiene su contrapeso; porque lo primero
puede hacerle perplejo, lo segundo y tercero, t?mido.
LA VERDAD Y LA MENTIRA
?Quien no sabe que la verdad es fuerte, lo Inas
fuerte despu?s del Todopoderoso?' La verdad 710
cesita de la pol?tica ni de las estrategias o'de las
aprobaciones oficiales para salir victoriosa.,`,Estas
cosas son m?s bien las maniobras de que se sirve la
mentira en la lucha contra el poder. En cuanto a
la verdad, basta con situarla en el lugar que co
rresponde: (MwroN).
El primer impugnador espa?ol de Maquiavelo fue el jesuita
Pedro de Ribadenyra, que por curiosa coincidencia hist?rica Per
tenece a nuestra estirpe racial y que adopt? el epellido del lugar
gallego en que naci? su abuela materna. Pero as? como su 00.
pa?ero de Orden, el P. Mariana se enfrenta con el maquiavelia'
mo sin nombrar a su creador, el P. Ribadeneyra no silencia sil
nombre. El motivo que le impele est? claro en el t?tulo de sil,
libro : 'Tratado de la Religi?n y virtudes que debe tener e'
Pr?ncipe Cristiano para gobernar y conservar sus Estados con'
tra lo que Nicol?s Maquiavelo y los Pol?ticos de este tiempo el?
serian" (1601). Defiende la fe jurada y la justicia, acepta en par.