226 Bolet?n de la Real 5cademia Gallega
Sensible parece que nuestra Espa?a, tratandose de este sabio as
tr?nomo y naturalista; no pudiese, manifestar, despu?s de su marcha ?
Paris, noticias tau exactas como las que quedan indicadas;pero como
todos sus libros, varios manuscritos, colecciones de mineralog?a, ir stru
mentos de F?sica y Geodesia, los t?tulos y documentos. relativos ? sus
estudios desde que sali? de la Pen?nsula y comisiones que se le han
?ncargado, quedaron encajonados y depositados en una de las salas;
del museo de ciencias de Madrid, donde parece que subsistieron mucho l
tiempo detenidos por la Junta de aquel establecimiento, bajo diferentes
pretextos, ? pesar de las vivas diligencias practicadas por su albacea,
dicho Doctor D. Juli?n Suarez Freire, para recogerlos y cumplir su ?l
tima voluntad; de aqu? que, solo se sabe acreditaran estos documentos,
entre otras cosas, que se hallaba este benem?rito gallego en el a?o de
1808, en las Islas Baleares, asociado ? los sabios franceses M. B?ot y`
Arago, ocupados en la prolongaci?n de la meridiana Dunquerque ?
Barcelona: operaci?n que suspendi? la guerra de la naci?n espa?ola
con Bonaparte; que en el de 1811, ? en el siguiente, le comision? nues
tro gobierno ? Londres, donde contrajo relaciones ?ntimas, con los
sabios de esta capital, especialmente con el distinguido marino espa?ol
Mendoza,` capt?ndose el aprecio de todos por su vasta instrucci?n y las
sabias observaciones que present? sobre la medida de tres grados de
meridiano ejecutada por el Teniente Coronel Wiliam Mudge, en Ingla
terra, que se imprimieron en ingl?s el a?o de 1812, en Londres.
Vuelto ? Espa?a, di? lecciones de matem?ticas sublimes en su c?
tedra de la Universidad Compostelana los ariosde 1813 y 14, pasando
de aqu? segunda vez ? Par?s y Sajonia, donde estuvo dos a?os al lado
del celebre profesor de Mineralog?a Mr. Werner que le distingui? con
su amistad. Habiendo regresado ? Paris, fu? solicitado para dar lec
ciones de Astronom?a en el Ateneo de ciencias de esta capital, ? insta
do por el Emperador de Rusia, Alejandro, para ir ? San Petersburgo
? dirijir un observatorio astron?mico, ofreci?ndole, adem?s de una cre
cida pensi?n los honores de Consejero, ? cuya propuesta no accedi?
sin dar de ella conocimiento al gobierno espa?ol, que por no perder
un sabio tan distinguido, le nombr? Director del Observatorio Astro
n?mico de Madrid, que acept?, estimulado del amor propio y del deseo
de propagar en su naci?n los muchos conocimientos que hab?a adqui
' rido, como tambi?n en agradecimiento al mismo gobierno, que para
sus estudios y viaje, le hab?a pensionado con 12.000 reales.
En el a?o de 1819, tom? posesi?n de su destino y di? el primer
curso de lecciones p?blicas de Astronom?a. En el de 1820, fu? nom.