2o6 jolettn de la Real Academia Gallega
s?simos corderos! ? Qu? verg?enza para los que ni sospechaban que
Galicia pudiese ser y debiese ser una de las m?s firmes columnas
del poder?o espa?ol
En estos Alamos a?os las cosas variaron de aspecto comple
taniente. La facilidad de comunicaciones ha permitido a los incr?
dulos ver por sus propios ojos la verdad de las cosas, y la imprenta
y el tel?grafo, esos dos agentes poderosos de ense?anza, de civili
zaci?n y de fraternidad, dijeron y repitieron mil y mil veces lo que
antes se ten?? por conseja de viejas o fanatismo de ilusos. S?pose
con asombro que las provincias gallegas son de las m?s adelanta
das en la educaci?n e instrucci?n primaria; advirti?se que todas
tienen excelentes caminos, y alguna, como la de Pontevedra, en ?
escala sorprendente y extraordinaria; d?jose que en las ciudades y
villas v?vese como en Madrid y Barcelona, y que el empedrado de
las calles, la electricidad conque se iluminan de noche, los paseos
y jardines que las embellecen, 'los teatros, los casinos, los estable
cimientos p?blicos, las lujosas tiendas, los peri?dicos y revistas,
acusan y revelan tan gran progreso, que si en otras comarcas de
Espa?a les igualan,. ninguna les supera, salvo tres o cuatro de las
m?s afamadas y populosas capitales.
El p?blico acostumbr?se a saber que gallego era Ballesteros,
el politico m?s liberal y el m?s ilustrado hacendista de las postri
mer?as de Fernando VII; vi? morir brava y denodadamente en
los campos de batalla a Pardi?as en la primera guerra civil; cuan
do en todos los tonos se repet?a que Galicia era est?ril en poetas,
levani?se a protestar del modo m?s eficaz y contundente, esto es,
con hechos contrarios, el insigne vale y notabil?simo publicista Pas
'tor Diaz; combat?a la fama de mezquindad el recuerdo de. las lar
guezas, favores y rasgos del inolvidable comisario general de ar
mada Varela; en el periodismo politico y literario levant?banse
R?a Figueroa, Paraldo, Neira Mosquera, todos malogrados, y otros
muchos que fuera prolijo enumerar; en el foro, en el Parlamento,
en la alta pol?tica conquislaban lauros Ulloa, Romero Ortiz, Mon
tero Rios, Becerra, Bugallal y den m?s ; en la militia, la gloria
m?s pura y envidiable nos pertenece, porque gallego era M?ndez
N??ez y gallega la mayor parte de la tripulaci?n que combati?
en El Callao; y por Ultimo, el mundo cient?fico, art?stico y literario
supo que ten?amos un tri?ngulo sublime, formado por tres mujeres
insignes, en cuyo v?rtice se encuentra Concepci?n Arenal, quien
apenas conocida en Espa?a era aplaudid? y vitoreada an los Con