/54 soletin de la tteat ylcademla 6?l'ega
Asociac??n. Protectora en Buenos Aires, cargo en el cual se vi? eficaz
mente secundado por nuestros distinguidos conterr?neos D. Julio D?vila,
D. Luis L?pez P?ez y otros cult?simos gallegos all? residentes, que con
?l laboraron de una manera activa, aunando voluntades y sumando es
fuerzos dignos de laS mayores gratitudes.
Cultivador de nuestra lengua gallega, que ?l conoc?a como pocos, y
aficionado a los estudios filol?gicos, deja escritos numerosos e interesan
tes art?culos, cuentos, cr?nicas y poes?as que le acreditan como un exce
lente literato y que se le?an con avidez por los amantes de nuestro l?xico,
harto necesitados de escritores que, como D. Bernardo Rodr?guez, lo
enriquezcan y no lo adulteren.
Hace unos tres a?os vino a Galicia a recorrer sus campos nativos y
a recrearse en los paisajes amados, que ?l no olvid? nunca, de su po?tico
rinc?n de San Juli?n de Vea. Y de su paso breve por estas sus tierras, como
de su modestia y su cultura, quedaron aqu? muchos amigos y admiradores
suyos, que le recordamos con hondo cari?o y le lloramos hoy con sincera
pena, porque hombres como D. Bernardo, que tanto se adentren en los
corazones y tanto se adue?en de los afectos, van quedando, por desgracia,
muy pocos.
Porque conocemos su obra literaria, creemos firmemente que si
manos amigas s9 decidiesen a reunirla, seleccionarla y publicarla en un
volumen, rendir?an un reparador tributo de justicia a su memoria, digna
de recordaci?n, y prestar?an un se?alado servicio a las letras gallegas.
Para ese p?stumo homenaje, nuestra insignificante pero incondicional
cooperaci?n no habr?a de ser la ?ltima, siquiera no fuese m?s que para
corresponder al honor que en vida nos dispens? el ilustre finado pidiendo
nuestra opini?n??pobres de nosotros!?sobre su obra literaria, que
m?s que otras muchas merece la publicidad.
Descanse en paz nuestro venerable D. Bernardo, y mientras su esp?
ritu penetra en las eternas sombras de lo eternamente desconocido, en
viemos nuestro p?same a su distinguida familia y a los dignos compa?e
ros que con ?l laboraron tenazmente por el bien de Galicia, y procuremos
seguir sus huellas en el santo amor a todo lo nuestro, porque as? sabre
mos cumplir mejor nuestros deberes.
ELADIO RODRIGUEZ GONZ?LEZ.