D?vila),,donde tenemas la estaci?n prehist?rica m?s importante del
Norte de Galicia, con unos den t?mulos dolm?nicos, dos notables
c?rculos lfticos o cromlechs se?ore?ndola y dos curiosos castros,
de la cual partfan hacia la costa varios caminos serranos de ague
llos caracter?sticos monumentos funerarios flanqueados; indicios
evidentfsimos de la existencia de un primitive* centro de actividades
en esos campos, que bien pudiera haber determinado el expresado
pueblo. :Y otra, que para este caso considero aun m?s interesante,
que : el brazo principal del repetido r?o ferrolano derfvase ci
??ndola en parte de la tambi?n altillanura ondulada de Lava
cengos (280 metros sobre el nivel del mar en la carta de D?vila)
?divisoria precisamente de las cuencas de ?ste y del Mera, que na
cen casi juntos, motivo de m?s para su identificaci?n?; en cuyos
suaves relieves aparecen m?s concentrados que en el resto de la
comarca, varios castros prehist?ricos, que vienen a representarnos
otro pret?rito loco de vida social, de cultura ya m?s evolucionada
que la de Puentes; con la circunstancia, digna de apreciarse, de
que en esta meseta encu?ntranse, adem?s, las minas Iie cobre de
Santa Cruz y del culminante coto de la Abarqueira (entre cuatro
castros) con tradiciones y vestigios de explotaci?n antigua.
Aparte de estas significativas coincidencias, el topon?mico La
vacengos, nombre actual de la parroquia situada en el centro de
esos altos campos castramentados, que en el s?glo xi' denomina
ban Lavacencos, lo hallo bastante acorde, euf?nicamente, , con el
apelativo gentilicio derivado de los lcbuncos. Pero aun hay m?s y
es que el hecho de haber figurado esa feligres?a como diocceses o
arcedianato ?seg?n la renombrada Compostelcrna escrita en la
XII centuria? en la alta Edad Media, o lo que es lo mismo como
cabecera de una circunscripci?n cclesi?stica, que fueron, en la
mayorfa de los casos, prolongaciones de divisiones polfticas roma
nas, ocult?ndose en estas ?ltimas a su vez, las de anteriores pue
blos (1), cond?cenos m?s y mejor al esclarecimiento que pre=,
tendemos.
Volviendo ahora a lo del Nario, diremos que a mi entender
(1) En la ?poca sueva ?dice el ilustre profesor portugu?s J. Leite
de Vasconcellos en su obra Religi?es da T.usitania, volumen III, p?g. 581
correspond?an m?s de una vez las circunscripciones eclesi?sticas con las
pol?ticas? . `V?ase sobre este asunto ?at?ade por nota? Fl?rez Esp.
Sagr., IV (3.2 edici?n), 176181?.