ole? n, de la Real Academia Gallega 245
extraordinaria a fin de tomar acuerdos respecto al entierro del insigne
gallego. Celebr?se el acto a las seis de la tarde del 2 del pasado Febrero
?el d?a mismo en que ocurri? el fallecimiento?con la asistencia de
gran n?mero de concejales.
Abierta la sesi?n, el Alcalde Sr. Ponte y Blanco, puso en conoci
miento de la Corporaci?n la triste nueva; encareciendo la personalidad
del llorado Patriarca de las Letras Gallegas.
?Creo?dijo?que debemos rendir un tributo, nunca m?s justo,a
la memoria del Sr. Murgu?a, y en este sentido todo me parece poco.
Como buen gallego, como Acad?mico de la Real Academia Gallega y
como Alcalde de la Coru?a quiero ser el primero en unirme al luto de
toda Galicia, ante la muerte de tan ilustre hijo.
A continuaci?n propuso que el Ayuntamiento tomase los siguientes
acuerdos:
Enviar efusivos mensajes de p?same a la familia del Sr. Murgu?a y
a la Real Academia Gallega, Corpora?i?n que presid?a el finado.
Hacerse cargo del cad?ver y depositarlo en el sal?n de sesiones,
d?ndole guardia de honor concejales, profesores, acad?micos y Guardia
municipal.''
Costear el entierro, enviando la carroza .de primera, y encargarse de
su organizaci?n, haciendo invitaciones al pueblo, autoridades, comisio
nes, entidades, etc., y a los maestros y profesores de todos los Centros
docentes.
Enlutar los balcones de la Casa Consistorial y los faroles de las
calles que ha de recorrer el entierro.
Asistir al entierro la Corporaci?n bajo mazas, y con el pend?n de la
ciudad, enlutado.
Y, finalmente, invitar al comercio a que cerrase sus puertas al paso
de la comitiva f?nebre.
El Ayuntamiento acept? por unanimidad estas proposiciones de la
Alcald?a.
Luego : por iniciativa y a propuesta del concejal y acad?mico don
Fernando Mart?nez Mor?s, acord? la Corporaci?n Municipal se?alar a la
hija del finado historiador, D.a Alejandra, ?nica que contin?a soltera, la
pensi?n anual de 3.000 pesetas, en vista del desamparo en que la deja el
fallecimiento de su;padre.
El Sr. Abad Conde pronunci? elocuentes frases adhiri?ndose a los
acuerdos adoptados y exaltando la figura del Sr. Murgu?a, y el Sr. Blanco
rog? a la Alcald?a que invitase a concurrir al entierro a las Sociedades
obreras, no s?lo teniendo en cuenta los prestigios del finado, sino tam