BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 141
?
nas m?s dignas de su Iglesia, a semejanza de los presb?teros
y di?conos, cardenales de la Sede Apost?lica, pudiesen,.. en
d?as solemnes, cubrir con mitras preciosas sus cabezas? (10).
Nueva organizaci?n introdujo Gelm?rez en el Cabildo
compostelano, en el Concilio provincial que celebr? el 9 de
? Enero de 1121, pocos meses despu?s de ser elevado a Metro
politano, que, por no conservarse las actas, no se conoce en
sus detalles';' pero de all? data, sin duda, el t?tulo de De?n
para el Presidente del Cabildo, en vez de Abad y Prior, y aca
so tambi?n los de Cantor y Magister Scholarum, que pocos
a?os despu?s aparecen entre los Prebendados de la Iglesia.
El Arzobispo D. Pedro Su?rez de Deza, elegido para la
Archidi?cesis compostelana en 1167, cuando todav?a no era
m?s que Di?cono, reorganiz? 'otra vez m?s los servicios y 'el ?
personal de la' Iglesia, y di? nuevas constituciones al Cabildo,
las cuales fueron aprobadas con aplauso por Alejandro III en
Bula de 24 de Marzo de 1.178 (11), y la Corporaci?n capitular
aparece en su tiempo reglamentariamente distribuido, en dos
categor?as: la de Dignidades, con De?n, Cantor, Arcedianos
de Nendos, Cornada, Trast?mara y Saln?s, siete Cardenales,
Maestrescuela y Tesorero, y la de simples Can?nigos.
A pesar de tales reorganizaciones, el Cabildo, sin embar
go, no alcanz? que el n?mero de Prebendados permaneciese
inalterables antes bien fu? en aumento poco a poco, por nom
bramientos extendidos bien en Roma o en Santiago, con la
consiguiente mengua de la porci?n que a cada prebenda co
rrespond?a; y as? la renta global de que disfrutaba la Iglesia,
si bien muy considerable, no alcanzaba para el decoroso sos
tenimiento de personal tan numeroso. Por lo cual ele Arzo
bispo de perdurable memoria D. Juan Arias, de acuerdo y
en uni?n con el Cabildo, en .sesi?n de 1' de Junio de 1240, de
termin? establecer de manera definitiva gel n?mero de Pre
bendados de la Catedral en la siguiente forma: cincuenta Ca
(10) Id. Lib. I, cap. XLIV.
(11) ARCHIVO DE LA CATEDRAL COMPOSTELANA. Tumbo B; fol. 232. ?ste y
otros varios documentos de que habremos de hacer menci?n en este trabajo,
han sido publicados ya por D. ANTONIO L?PEZ FERREIRO en sus diversas obras
hist?ricas (que en gran parte nos han servido de gu?a en nuestra modesta
' investigaci?n), y algunos por FRAY ANTONIO DE YEPES, 'en su Cr?nica General
de la Orden de San Benito. No pocos, sin embargo, son in?ditos.
3
?