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136 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
varios ' 8exa y loros, de los cuales ?se deriva el compuesto,
Decanologio viene a resultar eri su formaci?n vocablo m?s
homog?neo que Sociolog?a, pongo por caso (1)
(1) Decanas dec?ase en el Imperio Bizantino el que presid?a a diez sol
.
cargado de una granja o casa de campo mon?stica, y decanta, la escuadra de
diez soldados, grupo de diez monjes o granja a cargo inmediato del decano.'
T?manse tales vocablos en la primera acepci?n, prescindiendo del n?me
ro, en la Regla de San Benito, el restaurador de la vida mon?stica en Occi
dente, cuando yen el cap?tulo XXI dice: ?Si la congregaci?n fuese numerosa,
n?mbrense decanos que cuiden de las decan?as y el?janse decanos con'
quienes el abad comparta confiado sus defieres...? y ?organice ?a?ade en
el LXV, la vida del monasterio por medio de los decanos?. P. YEPES, Cr?
nica general de la Orden de San Benito; t. I, 'p?gs. 7 y 14 de ap?ndices.
Ni de tal significaci?n fundamentalmente discrepa la que se , deduce del
Privilegio concedido por Gelm?rez al monasterio de San Mart?n Pinario al
referir c?mo el Obispo 'Sisnando I organiz?, a principios del siglo x, decanas'
en los monasterios de Antealtares y de San Mart?n o de la Cortizella, como
entonces se llamaba, en la casa que mand? construir junto a la reedificada
iglesia de San F?lix de Labio, y en una de las torres de la cerca de la ciu
dad, pr?xima a la Catedral, para que en ellas, distribuidos seg?n categor?as,
pudiesen encontrar asilo y reglado refugio los Can?nigos y dem?s servidores
de la Iglesia de Santiago, que, por vejez o achaques, se encontrasen necesi
tados de jubilaci?n, o tambi?n quienes, entre los Prebendados, ansiaban con
sagrarse a la contemplaci?n o buscaban retiro para hacer penitencia por sus
pecados. YEPES, obra citada; t. IV, ap?nd. XXII.
La segunda acepci?n parece cuadra mejor a lo que dispone la primitiva
Regla del gran fundador mon?stico del Bierzo, San Fructuoso, cuando dice:
?Despu?s de prima, el prep?sito debe de manifestar a los, decanos el trabajo
que le corresponde realizar, y que ellos se lo comuniquen a los dem?s her
. manos?. De lo cual deduce el Sr. L?pez Ferreira que ?las decan?as ven?an a
ser granjas, principalmente monasteriales, regidas y administradas por un
prep?sito, y cultivadas por un n?mero m?s o menos considerable de traba
jadores, que regularmente sol?an ser monjes?, a las ?rdenes inmediatas del
decano. Y de aqu? tambi?n, en siglos posteriores, el nombre de degano; esto
es, quintero o administrador de una hacienda de campo.
A granjas, tenencias o residencias campesinas estimamos que alude tam
bi?n el Concilio, que, presidido por Ordo?o II, celebr?se el 29 de Enero del
a?o 915, para restablecer las di?cesis de Tuy y Lamego, al referir c?mo los
Obispos de las ocupadas por los sarracenos vi?ronse precisados a buscar re
fugio en la de Iria, y que el Obispo, por humanidad, los acogi?, y organiz?
decanas en las cuales pudiesen disfrutar de tolerable refugio. ??Colegit eos
humanitate prestante: et hordinavit (sic)" decaneas unde tolerationem ha
buisent??.
Y en el Concilio o S?nodo Diocesano de 1063 Oisp?sose, coincidiendo al
parecer en el mismo sentido, que los Obispos, adem?s del Primicerio, eligie