58 BOLET?N' DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA`
? DON MARCELO MAGIAS EN MALLORCA
I
El d?a 26 de diciembre de 1875 inaugur? D. Marcelo Mac?as
las conferencias del C?rculo Cat?lico de Palma de Mallorca, presi
dido por el ilustre Quadrado, y permaneci? en Mallorca hasta la
primavera de 1876. En tan breve tiempo debi? haber llegado a
la isla en el verano o en el oto?o del 75, probablemente . en el
oto?o? desarroll? D. Marcelo Mac?as fecunda, actividad en el p?l
pito, en la ense?anza, en estudios y publicaciones. Despu?s de
setenta y seis a?os no se ha extinguido por completo en la ?Isla
Dorada? el eco de la oratoria y de la incomparable simpat?a maree
lianas. Aun algunos eruditos y algunos alumnos las recuerdan.
Ten?a entonces D. Marcelo as?, sencillamente, le llamamos los
favorecidos con su ense?anza y amistad y as? le llamaremos en
estas l?neas? poco m?s de los treinta a?os. La flor de la vida en
los esp?ritus generosos, fuertes y optimistas de amplio vuelo. Es
peraban por D. Marcelo los p?lpitos de resonancia ecum?nica, las
grandes figuras de Idacio, el Dumiense, San Rosendo y Fray Be
nito Jer?nimo Feij?o, la lecci?n severa y conmovida de ep?grafes
y. monedas, la madurez de los nobles estudios, la augusta e irra
diante senectud.
?Qu? motivo ,llev? a Mallorca al joven sacerdote astorgano?
En la carta a Quadrado, reproducida al final de este art?culo, el
mismo D. Marcelo esboza una respuesta: ? Es cierto, amigo m?o, `
que el af?n de estudiar de cerca el car?cter de nuestras principales
provincias me ha llevado de aqu? para all? sin dejarme fijar defini
tivamente la residencia en ning?n punto?. Otros motivos se com
binan con el generoso deseo de conocer la profunda y variada reali
dad espa?ola. Don Marcelo, director espiritual del Seminario de
Astorga a los veintitr?s a?os y profesor del mismo centro, cura de
? Bembibre, brillante estudiante de Filosof?a y Letrasen la Central `.
y graduado en aquella Facultad desde julio de 1873, profesor ad
mirado y aplaudido en el principal colegio de Madrid, sufri? en
sus primeras oposiciones a c?tedras un doloroso golpe quepor algu
nos a?os le oblig? a vivir sin rumbo preciso, alejado de la ilusi?n
cautivadora de la c?tedra. En brillant?simos ejercicios verificados
?