380 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
de la iglesia 140. Domingo Antonio Uzal fue el encargado de do
rar y pintar el retablo que para Santa Clara hab?a ejecutado
Dom?nguez Bugar?n, corno consta del testamento de Uzal otor
gado en 'Santiago el 5.V11.1749, donde consta:
Digo y declaro que tengo a mi cargo el dorado y pintura del
altar principal de Santa Clara, trabajado lo m?s de ?l. Quiero lo
concluya mi oficial Antonio Mosquera, al cual afianc? para este
objeto y tengo en mi poder 7.000 rea/es en dinero.
En el mismo testamento pide Uzal ser amortajado con el
h?bito de San Francisco y que a su entierro acuda la comuni
dad franciscana de Santiago 141. Sor Antonia Vicenta de Lema
y Romay fue hija de don Pedro Jer?nima de Lema y Caran
to?a y de do?a Mar?a Francisca Romay, vecinos de la villa de
Cea, Villagarc?a de Arosa, en el arzobispado de Santiago, quie
nes la criaron religiosamente coloc?ndola de ni?a, para ser
educada en el convento de Santa Clara, donde se sinti? incli
nada a profesar la vida religiosa, por lo que visti? el habito
de claTisa y, concluido el noviciado, profes? el 20.V.11.1749. Fue
de {condici?n mans?sima y jam?s dio una respuesta desabrida.
Dotada de gran ingenio, desempe?? casi todos los oficios de la
comunidad, siendo panera durante muchos a?os. Cuando se
encarg? de este oficio hall? que era muy defectuoso el r?gimen
que hab?a en el cobro de las rentas, pues casi ocupaba todo
el a?o en recogerlas. Ella lo arregl? a fuerza de soportar con
mucha paciencia los 'insultos de los paisanos que la injuriaban
?speramente, porque los hac?a venir a su debido tiempo a hacer
sus pagos. Los mismos paisanos reconocieron el beneficio de
esta buena administraci?n, de suerte que al fin la alabaron Pnr
ello diciendo .que era una religiosa santa por lo mucho que Por
ellos hab?a sufrido. En la obediencia 'fue elemplar?sima, some
ti?ndose a?n a las .inferiores. Padeci? toda su vida las incomo?
didades de las herpes. Los momentos que ten?a libres, despu?s
del desempe?o de sus oficios, los empleaba en la oraci?n; Y
algunas veces era menester ir a buscarla al coro, pues absorta.
'en la oraci?n, no o?a la campana de comunidad cuando toe,"1
al refectorio. En la penitencia y mortificaci?n fue muy rigur?59i
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