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BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 97
apolog?tica del Teatro Cr?tico Universal en defensa de las ideas
de su maestro Feij?o 3, le hicieron ser en su tiempo prototipo del
sabio, admirado y respetado por todos y relacionado con lo m?s
florido de la intelectualidad de su ?poca, no obstante su natural
hura?o y poco amigo de lisonjas como nos muestra su m?s im
portante bi?grafo L?pez Pel?ez 4 .
Esa admiraci?n fue sin duda el resultado de una superior
inteligencia, incansable satisfacci?n por la lectura y curiosidad
por la ciencia. Sus escritos, de estilo desenfadado, pero llenos de
ingeniosas consideraciones y observaciones personales, le?dos a
cuantas personas le visitaban en su celda, pronto pasaban de los
muros conventuales acrecentando su prestigio.
A ese fecundo resultado habr?an de contribuir no solamente
sus estudios formativos iniciados en el Monasterio de L?rez, en
su infancia pontevedresa, su paso por San Mart?n de Madrid,
donde profes? como monje benedictino en 1711 y en los tres cur
sos como alumno en el Monasterio navarro de Irache, sino sus
copios?simas lecturas en la biblioteca de San Mart?n de Madrid,
su m?s continuada residencia, y en su propia librer?a que hab?a
de contar a su muerte con un acervo bibliogr?fico de cerca de
ocho mil escogidos vol?menes.
Aunque su vocaci?n principal fueron las Ciencias de la Na
turaleza, principalmente la Bot?nica, sus estudios sobre Filolo
g?a, Historia Literaria, Econom?a, Bibliograf?a y sobre todo la
Historia y sus ciencias auxiliares marcan un hito en el progreso
cient?fico por su rigor cr?tico, adelant?ndose a su tiempo con
verdaderas adivinaciones, o como en el caso de la Paleograf?a
Espa?ola, estableciendo sus m?s firmes bases, lo que le hace
ser en cierto modo el creador de estos estudios en nuestra patria.
SU IDEA DE LA HISTORIA
Fue Sarmiento un esp?ritu ?vido de conocer el pasado, la
verdad hist?rica, y por ello, a lo largo de sus escritos, observamos
enseguida su asimilaci?n a las tendencias imperantes desde co
mienzos del siglo XVIII, indudables reflejos de las ideas histo
3 La mayor parte de su obra contin?a a?n in?dita, habi?ndose publicado
algunos trabajos, bien en forma monogr?fica o dispersos en revistas peri?dicas.
Coru?a, 1895 (Biblioteca Gallega), p?gs. 111 y ss.Cfr. L?pez Pel?ez, Antol?n. El Gran Gallego (Fr. Mart?n Sarmiento). La