72 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
joven virgen, mata a su sobrina para procurarse el dinero de
la renta.
Esta creencia en el "destripador" llamado generalmente "sa
cauntos", estaba todav?a viva en la ?poca de la primera guerra
mundial como nosotros hemos podido saber por informaciones
del se?or Naya.
A?n cuando nosotros no hayamos podido encontrar el punto
exacto de este cuento es probable que se base sobre alg?n su
ceso sangriento como la condesa lo deja suponer.
"La leyenda del "destripador" asesino, medio sa
bio y medio brujo, es muy antigua en mi tierra. La
o? en tiernos a?os susurrada o salmodiada en terro
r?ficas estrofas, quiz? al borde de mi cuna, por la vie
ja criada..."
"M?s tarde, el clamoreo de los peri?dicos, el p?
nico vil de la ignorante multitud, hacen surgir de
nuevo en mi fantas?a el cuento, tr?gico y rid?culo
c?mo Quasimodo, jorobado con todas las jorobas que
afean al ciego terror y a la superstici?n infame" 41.
El campesino gallego se nos muestra en conjunto como un
hombre de psicolog?a bastante rudimentaria; en los cuentos, a
trav?s del lenguaje do?a Emilia nos descubre ciertos trazos de
su mentalidad.
*
Son numerosos los di?logos, las escenas que nos revelan di
rectamente la superstici?n y la religiosidad del campesino. El
lenguaje es animado porque est? puntualizado de exclamac?o
nes, de invocaciones a Ios santos venerados en el pa?s; un marido
amenaza a su mujer con fregarle las costillas si sabe que ella
se conduce mal en Madrid; la joven esposa fingiendo indigna
ci?n responde:
"As?s, lo que se te fue a ocurrir, Santo! ?Nuestra
Se?ora del Plomo nos valga!
"?Madre m?a de los Remedios!"
"?San Mamed!"
" La Compa?a, Ag., t. I, p. 1.682.