68 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
"A la puerta de la casucha esperaba la mujer de
Telmo, la t?a Pilara, seca, negruzca, desfigurada m?s
que por la maternidad y los a?os, por las rudas fae
nas campestres" 22.
La Pardo Baz?n pon?a tanto inter?s en hacernos conocer la
situaci?n de la campesina gallega, que el art?culo de La Gallega,
que escribi? para la "Biblioteca de Tradiciones Populares", ha
sido publicado nuevamente al final de la colecci?n "Historias y
cuentos regionales" 23.
Caracterizados por la actividad preponderante de la mujer,
los trabajos de los campos se acompa?an por otra parte de ma
nifestaciones folkl?ricas y su final es saludado por danzas y can
tares.
Las muchachas que realizan la recolecci?n del heno en La
Quimera cantan coplas picaiescas ante la mansi?n donde est?n
ocupados los j?venes alba?iles. Y poco a poco las coplas dan
lugar a la queja prolongada y t?pica de los alal?s.
"A medida que la tarde avanzaba, las mozas can
taban m?s despacio y "medraban" menos; la fatiga,
el calor, retardaban el movimiento de sus brazos y
ensordec?an las canciones de sus bocas. En vez de
coplas maliciosas de desaf?o entonaban un alal?
prolongado con melancol?as vespertinas y cadencias
lentras de resignaci?n, de soledad de ausencia y nos
talgia" 2;i
En La Madre Naturaleza, despu?s del trabajo, los campesinos
se reun?an en la "eira" para cantar y bailar:
"Una tanda de mozas y mozos bailaban el con
trapaso al son de la pandereta y de la flauta, la ta
?edora del pandero cantaba esta copla:
"A lua vay encuberta
a mM pouco se me da
a luz que a min m'alumea
dentro do meu peito est?" ".
22 Ag., t. I, p. 1.714.
" Elecci?n, Ag., t. I, p. 1.627.
" Ag., t. I, p. 1.604.
25 Ag., t. I, p. 1.038.