22. $olettn de la Iteal )tcademia Gallega
cuanto de liberal queda en Galicia, tras los muros de la Coru?a h?llanse
dispuestos a perecer con la libertad.
Franqueada por Morillo, quien no' habla muchos d?as despu?s de
comprender' cu?nto se "equivocara, la entrada en Galicia al general Bour
ke, prest? sitia ?ste a nuestra'ci?dad,' bloqueada 'por mar al mismo?tieinpo.'
Agotados los medios r de defensa; luchando contra el 'enemigo irte
rior que,' aun' escaso, sembraba la ciza?a 'y' el desaliento ? entre' los defen
sores;'huidas las autoridades civiles que !nof eran 'hijas'del.pa?s;'ausentes
el general Quir?ga":y el `gobernador militar: el primero`:carnino' de Lon
dres y el segundo en 'Vigo, a donde iba a dirigir la resistencia; 'cerrados
todos los caminos para el "socorro,' perdida toda esperanza y Espa?a casi
entera en" manos 'de'la reacci?n,' r?ndese la plaza, 'despu?s "'de treinta y
siete' d?as de asedio y'de combate,: en que luchaban 2.000 contra'i6.000,'
no al general extranjero, sino al espa?ol" Morillo.'
El ej?rcito' franc?s entra' en' la Coru?a, en ,21' de' . Agosto: El efecto
moral que persegu?an est? conseguido: el seg'undo`baluarte de la liber
tad h?llase en poder del absolutismo.
La libertad perece, pero los hijos de San Luis no dejan ejercer en
nuestra ciudad las venganzas que intentaban los enemigos del progreso.
Gracias ala ayuda y generosidad de los ocupantes, pudieron f?cilmente
sustraerse al odio del poder dominante los ?ltimos defensores 'de la libes'
tad en Galicia (I).
XVI
En Espa?a reina el terror blanco. El poder absoluto cree seguro su
triunfo para siempre; pero ni las persecuciones; ni; las viles denuncias, ni
los presidios,' ni el cadalso,` ni lo que era m?s terrible a?n que la muerte,
pues la, vida se despreciaba entonces :f?cilmente, los calabozos 'de 'la ; In?
quisici?n, fueron lo; bastante para arredrar, a` los hombres de' aquellos
heroicos tiempos, que cual hoy, no sucede, :sab?an (sacrificarse'por. sus.
ideales. Todo fu? en vano: no puede volver atr?s el torrente de los a?os:
y el desencadenamiento de las venganzas del partido absolutista, aun.
cuando esperado, no abati? los ?nimos generosos de los patriotas.
Pudo adormecerse un momento, eso si, ?l avance de las>: ideas mo
dernas y sufrir un eclipse el . sol de la libertad; : mas, "no tem?is; ,luego,
resurgir? para lucir eternamente. Los pueblos tienen sus ?pocas y cuan
do llega en el reloj del tiempo la hora marcada por Dios,"necio ,es querer
ej?rcito franc?s.(r) De ah? que Egu?a se trasladase a Santiago: era incompatible con los jefes del
?