Bolet?n de la Real Academia Gallega 21
XIV
Los liberales del viejo mundo corrieron todos presurosos a la defensa
de sus ideales amenazados en Espa?a. Form?ronse con ellos las legiones
extranjeras y sagradas. Todo espa?ol amante de la libertad, tan cara
mente conquistada,, empu?a, las armas. Mas ?ay! la divisi?n reinaba entre
todos y lejos de repetirse los hero?smos de 1808, la marcha del franc?s no,
encontr? obst?culos serios en su camino. Vi?se entonces ?caso inaudito!
guiar, ayudando en su empresa, al invasor, a aquellos que m?s encarniza
damente lo hab?an combatido en la guerra de la Independencia.. ?Triste
consecuencia del encono en las luchas pol?ticas!
Y;?fen?meno singular! que se concibe perfectamente. Lejos de ha
cer odiosa a la memoria del pueblo espa?ol esta nueva invasi?n que vino
a tiranizarlo, h?zose acumular todo el odio de raza a la de 1808, que si
bien fu? en tono de conquista, hizo entrar en cambio, a Espa?a en el
concierto moderno de los pueblos.
XV
En Galicia ahond?se tambi?n la divisi?n y al ahondarse puede de.
cirse que en ella se deslindaron completamente los campos, y que s?lo
disputa5on dos partidos: el constitucional y el absolutista.
La Coru?a, Ferrol y Vigo se aprestan a la defensa. Santiago, Lugo
y otras ciudades abren sus brazos al invasor. Los sospechosos, los tibios,
se unen francamente al absolutismo:
La prensa liberal gallega fu? la ?nica que entonces supo mostrarse'
digna de su elevada misi?n. El Diario Constitucional, El Diario Patri?'
"tico. y El Conservador de, la Coru?a: El Bolet?n de Orense y El Sema
nario Patri?tico de Vigo (i); creado poco tiempo hab?a, por .Arza, el
popular y liberal impresor de la Coru?a, que adem?s de su estableci
miento principal mont? otros en varias ciudades gallegas, no 'cejaban en
la patri?tica empresa de aconsejar ?echando a un lado las peque?as
diferencias que pudieran distanciarles? el olvido a lo pasado y la uni?n
frente al enemigo com?n. Vano empe?o: los consejos de la prudencia
y los patri?ticos llamamientos no son o?dos: el deber se olvida y todos
corren ciegos a donde el destino los arroja.
Morillo, con equ?voca conducta al principio; concluye por unirse
(i) Sal?a los martes desde el 29 de Abril de 1823 y estaba destinado en aquellos d?as
de prueba a sostener el esp?ritu constitucional de aquella parte de Galicia.