226 BOLET?N ` DE' LA ACADEMIA GALLEGA
nionjas 'clue tom?ron el h?bito despu?s de la funda?i?n, ` conside
r?ndolas por tal 'concepto como fundadoras; pero ' en rigor ` lo
fueron ??nicamentc las cinco arrib? expresadas. Las tres ?ltimas
figuran despu?s con otras monjas en documentos de los a?os' 1585
y ` 1594, donde tambi?n aparecen D.a In?s ` de Gea ` Varela, ` priora
a la saz?n de la Comunidad, y su hern an? D.a Maria S?nchez
V,arela.'
Con fecha 27 de Septiembre del ??o 1547 present? D. Sebas
tian las Constituciones o Estatutos especiales porqu? habia de
regirse la nueva Comunidad, a la aprobaci?n del provisor de la
Di?cesis, .que lo era D. Juan Sierra, el'cual les di?"'s? visto .bueno
en ausencia del Diocesamo, aprobando sim?lt?neamente la ?esi?n
de la teroer? parte die los diezmos de la feligres?a de San' Benito
de Gondomar hecha al Convento por el mismo abad. Compro
meti?se tambi?n el provisor a solicitar del Papa un.a bula'de' con
firmaci?n de la ane ?1?n de dichos diezmos; ' pero no se consigui?
hasta el a?o 1555, en que las monjas la impetrar'on de Su .Santidad
Paulo IV, a costa de muchos gastos en las diligencli?s hechas al
efecto; { los cuales se hacen ascender a la respetable suma de cua
trocientos ducados, cifra'que pareec muy exagerada.
Adein?s de los diezmos expresados, don? D. Sebasti?n al Con
vent() todas las cabezas de ganado vacuno que pose?a en Sequeiro
y Santo Antonio de Gondomar y una heredad en Sans?n, de unns
cuarenta ferrados de sembradura; mas bastaba todo esto para
atender con desahogo a las neaesidades de la incipiente Comunidad
y a todos los gastos de la fundaci?n (1).
A partir del mes die Septiembre del aflo 1547 qued? legal
mente constituida la nueva Comunidad franciscana de Bayona,
bajo la presidencia de su primera abadesa D. a Elena de Cea,
quien inaugur? la vida regular con mucha . pobreza; y se le di?
al Convento la advocaci?n de la Anunciada, que aun conserva en
la .actualidad. Mal histaladas quedaron las monjas en sus vetustas
casas, in iglesia propia para celebrar los actos del culto, y sin
esperanzas die reniedio por el momento, debido a la escasez de
recursos, que apenas alcanzaban para vivir muy pobremente.
D?ndose cuenta de ello, en su visita pastoral del alto 1548, el
(1) Ape?ronse en 1601, ante Juan Fernandez, dichos bienes, afora
dos, al parecer, en 1553 y en 1572.