BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 363
guidamente , que de todos los pa?ses, aquellos por" donde se debe ,
principiar el estudio comparativo es sin; duda Espa?a" y Brasil.
Conocida es Ja destacada personalidad de Gil Vicente, uno de
los ' principales ' escritores de Portugal. Su Auto da alma mereci?
de Augusto C. Pires de Lima muy ' interesante prefacio, notas` y
glosario.
En Espa?a, en cierto y complicado per?odo de su historia con
. tempor?nea, se le dedic? una comentada conferencia de Julio 'Dan
tas en la Academia Espa?ola. El tema se concret? a ""?Reforma re
ligiosa na obra de Gil Vicente? y claramente se signific? 'su apa
sionado juicio, en momentos en que en Espa?a se discut?a sobre el
problema. Ser? suficiente anotar el final de su conferencia, seg?n
se public? en un peri?dico de la ?poca: ?Gil Vicente ?termina?
acompa?? a la Reforma en cuanto ?sta discut?a las faltas de los
hombres?. .
Pero ser?a preferible registrar una de las obras m?s impor
tantes de las letras lusitanas, como Alma portuguesa, de Joaqu?n
Costa, memoria premiada en los juegos florales de Salamanca, don
de podr?a hallarse la relaci?n de distinguidas personalidades m?s
identificadas con los temas que venimos desarrollando. En 1909 se
public? en Porto una excelente obra conteniendo su importante
texto:'
Y por ?ltimo, aunque como investigador de nuestras letras,
merece figurar en primer lugar en esta , breve exposici?n de los
sentimientos fundamentales del alma gallega, el insigne pol?grafo
Ram?n Otero Pedrayo, recordando su famoso discurso de ingreso
en nuestra Academia, titulado ?Rohnantiismo, saudade, sentimien
to da raza e da terra en Pastor D?az, Rosal?a Castro e Pondal?,
escrito en gallego. Es extraornaria la erudici?n del autor y nos .
otros nos limitamos a notar r?pidamente algunos de sus conceptos.
Galicia no se mostr? extra?a al romanticismo que significa
la renovaci?n espiritual, y cuanto se dice en relaci?n con tal movi
miento en Francia, y en general en Europa, puede aplicarse a
nuestra literatura. El arte l?rico se expresa a trav?s de nuestros
poetas, y en los tiempos modernos se cita a dos nombres distin
guidos Vicente Risco y Eugenio Montes, como un fen?meno c?l
tigo, y as? lo anunciamos en nuestra obra P?ginas de Galicia en
sus l?neas preliminares, pues la observaci?n de Charles Ley es apli
cable ,a nuestra tierra, seg?n puede observarse en Murgu?a, el in
olvidable maestro, y en Otero Pedrayo en la s?ntesis hist?rica de