?46 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
bridores de cierto ideal de hermosura en la vida contempor?nea, co
pistas, con vivos y certeros toques, de la realidad sensible, y estima
interesante para comprender el porqu? de sus procedimientos est?ticos,
que califica de "sensacionistas", su anterior cultivo del ?leo y del agua
fuerte. Dice de sus defectos: "Incurren a cada paso en los defectos de
Flaubert: repiten una misma palabra, emplean dos o tres sin?nimos
para nombrar un objeto, cometen tautolog?as, inventan vocablos"...
Zola utiliz? en sus mejores descripciones los mismos procedimientos
coloristas, si bien algo atenuados. Los personajes de los Goncourt son
m?s caprichosos que los de Zola y que los d? Balzac; nos parecen de
carne y hueso, pero proceden con relativa independencia.
Para do?a Emilia nadie aplic? m?s radicalmente el principio de
que en la novela lo que m?s importa es la suma de verdad art?stica y
lo que menos el argumento y la acci?n.
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La Pardo Baz?n sit?a dentro del realismo la obra de Alfonso Daudet.
Destaca la preferencia de ?ste por los tipos raros y originales, las
costumbres extra?as y pintorescas, dibujadas en un Par?s mudable y
cosmopolita. Goza en fotografiar las existencias de murci?lagos, los sos
pechosos tipos llamados la bohemia.
Zola dijo que Daudet hab?a sido destinado para reconciliar al p?
blico con la escuela naturalista, por captarse las simpat?as del hogar
y del lector. Do?a Emilia Pardo Baz?n dijo que "estas puertas no se
abrir?n para Zola, aunque vayan cien Daudets delante". La escritora
coru?esa tiene raz?n, a nuestro modo de ver.
LA PARDO. BAZ?N Y EL NATURALISMO EN NUESTRA PATRIA.
"LA CUESTI?N PALPITANTE"
La difusora del naturalismo en Espa?a es la autora de La cuesti?n
palpitante. El tema hab?a sido objeto de leve discusi?n en el Ateneo
madrile?o, pero fue la eximia escritora gallega su verdadera divulga
dora:hasta en los ambientes literarios.
El manifiesto naturalista de la. Pardo Baz?n, publicado en el suple
mento literario de "La ?poca", est? incluido en el importante libro La
cuesti?n palpitante (1883), prologado por "Clar?n".
Sobre la composici?n de este libro nos dice su propia autora en Los
Pozos de Ulloa, primera edici?n: "En unas tardes invernales compos