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172 Dotelin de la Real Academia Gallega
Las frecuentes calamidades que a fines del siglo xiv sufri? el reino
gallego con motivo de la epidemia general procedente del Asia; el conti
nuo trato con l?s peregrinos que de diferentes puntos de Espa?a llegaban
a nuestra ciudad con el prop?sito de visitar el sepulcro del Ap?stol San
tiago; y el inmenso tr?fico que se hab?a desarrollado en la Coru?a con
el' establecimiento de la industria pesquera, construcci?n de embarcacio
nes, fundaci?n de ?casa de artiller?a?, f?brica de moneda, almacenes ge
nerales de sal y otros importantes elementos de prosperidad, determina
'ron que el Gremio de Mareantes en uni?n de otras comunidades diera
los primeros pasos para extender la Pescader?a fuera de sus reducidos
l?mites, avanzando los muros del Orzan y el Malvec?n, hasta las playas
de Riazor y de San Roque, formando un extenso barrio por el lugar de
Gar?s hasta el arroyo de la Gaiteira, con cuya prolongaci?n se hizo pre
ciso el necesario aumento de un asilo ben?fico para las nuevas y urgentes
necesidades que alpropio tiempo se avecindaban.
Correspondi?le en antig?edad, en el largo espacio comprendido en
tre el muro de Malvec?n y la Palloza ?barrio de los jud?os? al sanatorio,
que gran parte del Gremio de Mareantes, con solicitud cristiana, estable
ci? en un reducido edificio sobre la ribera de Gar?s, teniendo su ermita
al frente del mismo sanatorio, en el camino que de la Pescader?a, por
aquel dilatado barrio se encaminaba al punto llamado del Penal.
Con la fundaci?n del hospital de Santa Luc?a, destinado a enfermos
de San L?zaro, que reun?a excelentes condiciones dado su aislamiento,
coincidi? la creaci?n de la Cofrad?a de los M irtires, ?Santo Sevasti?n y
San Roque?, cuya capilla se erigi? en unos terrenos sitos a la izquierda
del camino de la Torre, en el campo grande de la H )rca (actualmente el
Campo de la Le?a). Ea el testamento de Damingx Loriga, en 17 de"
Julio de 1573, otorgado ante el escribano de esta ciudad Ja In Lhpez de
Taibo, consta que la ?obra de la ermita estaba sin terminar?; y le 1egt"
de limosna seis ducados.
Las obras, verdaderamente de piedad, no s?lo se determinaron por
los nobles rasgos de inagotable caridad: los cofrades que tantos sacrificios
hab?an realizado en estas calamitosas ?pocas, no quisieron que sus restos
mortales descansasen fuera del templo de su piedad, y come muestra de'
estos verdaderos rasgos, encontramos que M tr?a Vinoso, en su testamento
por ante Juan Montero, su fecha 24 de Febrero de 1584, dispone ?que
sus carnes pecadoras sean sepultadas en el hospital del Se?or Santo An
dr?s de la Pescader?a de esta Ciudad, en la sepultura donde j?q sepultado
mi padre Bxrtolomd de Candais, en la sepultura quest? delante del altar de
la dicha iglesia de Santo Andr?s?.
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