$olettn de la Real Academia Gallega 255
Desconocemos las circunstancias del hallazgo de este cintu
r?n (1), que ofrece la curiosidad de haber side ya compuesto en su
?poca, por haberse rote, montando uno de los trozos sobre el otro y
ambos reforzados, per detr?s, con una plaquita o l?mina de bronce
a la que fuertemente los sujetan cinco clavos.
Medidos los dos trozos que lo forman dan un total de 11'5
centimetres; pero suponiendo, por la curvatura de los bordes, el
centro de esta l?m?na en el ?lt?mo de los c?rculos, per donde queda
. cortada (lo que por punto m?s d?bit explica
la rotura) debi? medir unos 21'5 centimetres ., r .\
de large total, siendo el ancho m?ximo de r e.
unos 3'8 centimetres y el m?nimo de 2'7, 1
dimensiones todas ellas que, come la t?cni
ca, coinciden con las de otros cinturones de s p `
la ?poca hallados en diversos puntos de Eu
ropa.
Presenta en el extreme y cerca del cen Fie. 4.?
tro tres de los c?rculos por donde con clavos (Tama?o natural)
estaba esta l?mina sujeta al cintur?n de cuero.
Constituye el adorn de sus hordes una combinaci?n de puntos
cuadrados formando como el dibujo de un tejido, y rayitas parale
Las (que se interrumpen en el extreme), asuntos ambos que tam
bi?n presentan los cinturones de Myon y Amancey (Museo de Be
sancon), y eses combinadas formando come el dibujo de un cable
o cuerda, motivo que con frecuencia decora nuestra cer?mica es
tampada de la cultura de los castros. Corre por el centre una If
nea de cfrculos conc?ntricos (que adornaban ?tambi?n a los clavos
con que se sujetaba esta lamina), asunto que presentan el cintur?n
de Amancey, ya citado, y el de Amondans (2), y que es muy fre
galloromaine, p?ginas 856 a 861 de la segunda parte del tomo II (Paris,
1913) ; seg?n este autor, el cementerio de Hallstatt ha suministrado un
gran n?mero de estos cinturones, y en el Sur de Alemania y en el NO. de
Suiza no hay casi publicaci?n relativa a lugares funerarios de la primera
edad del hierro que no reproduz?a algunos ,ej?mplares, siendo una de las
m?s hermosas colecciones la que Mr. Nessel oedi? al Museo de la ciudad
de Haguenau, en cuyas vitrinas eont? D?CHELETTE treinta y cnatro de
estos interesantes objetos.
(1) La cartela del Museo de Lugo tan s?lo dice que fu? encontrado
en el castro de Reposrterfa, y otras noticias m?s concretas no pude
conseguir.
(2) D?CHELETTE, obra y tomo citados, figura 356.