ljolet?n de. la 'Real '5lcademia Gallega 327.
culpa nuestra, pues s?lo nos toca 'referir lo que hallamos escrito en los
antiguos mas vecinos de aquellos tiempos y averiguar con'cuidado lo que
nos puede ser de alguna luz.? Norma y prop?sito l?udabil?simo que no'
guard? siempre con la diligencia que fuera justo, pues admite . muchas
veces como testigos fidedignos los que no lo son; y no basta que se llamen
antiguos los autores para que siempre lo sean. Y pongamos con lo dicho
fin a todo esto y dejemos para otro cap?tulo la relaci?n y sumario juicio
de su libro segundo.
Despu?s de lo que dejamos expuesto, hay en el libro que venimos
estudiando una hoja en que est?n escritas estas letras: LIBRO 1 SEGVN 1
DO 1 DELA 1 HISTORIA 1 GENERAL 1 DE 1 GALICIA. Y notemos antes
de pasar adelante que no hab?a, como hemos advertido, dicho nada de
libro primero, y nada tampoco que diese .a entender se trataba de una
historia general de Galicia. En la hoja siguiente leemos el resumen de este
libro que dice as?: CUENTA ESTE LIBRO I LOS SUCESSOS DE ESTA PRO I UINCIA
DESPUES QUE RECI I UI? 1 LA LEY EUANGELICA 1 POR 1 LA PREDICACION DEL
APOSTOL SAN 1 TIAGO. 1 EL PROGRESSO DELA RELIGI 1 ON: LA CONSTANCIA DE
LOS MARTI 1 RES, CON ALGUNOS OTROS SUCE 1 SSOS POLITICOS 1 HASTA QUE
Los SUEUOS CON OTRAS 1 BARBARAS NACIONES RE 1 PARTIERON ENTRE SI A
ESPA?A 1 HECHADOS DELLA 1 Losa ROMANOS, encuadrado todo esto en
un marco sencillo pero no sin gracia.
H?llase en la hoja siguiente el Cap?tulo r.? en que se dice que Gali
cia fu? la primera provincia de la cristiandad que recibi? la fe, porque
sali? Santiago a predicar, cuando aun quedaban en Judea los dem?s ap?s
toles. Gan? Santiago para Dios, nueve de sus disc?pulos en Galicia, como
dice el Papa Calixto II.
En el cap?tulo siguiente narra el principio de la predicaci?n del Ap?s
tol. San Torcuato convirti? en Asturias. En las inmediaciones de Iria,? deja
el mar al retirarse unas cruces en las pe?as, que se desvanecen al bajar y
?
al subir otra vez se avivan sus colores. All? aun hoy se ve grabada en una
piedra, la figura de una mujer, que arrimada a ella escuchaba al Ap?stol
y aunque los peregrinos raspan para llevar su polvo, no se borra jam?s.
En el 3.0, traen los disc?pulos su cuerpo a Iria, como ?l les hab?a ordena
do. En el 4.?, milagros y conversiones al llegar el santo cuerpo a Iria.
En el 5.?, historia de la reina Lupa. En el 6.?, partieron los disc?pulos a
Roma y vinieron de all? San Pedro y San Pablo, a venerar el santo sepul
cro. El ara que se guarda en San Payo ten?a letras no f?ciles de entender;
mandolas borrar un Arzobispo de nuestros tiempos persuadido de un hom