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I 74 BOLET?N DE LA ACADEMIA GALLEGA
fundieron su aroma en plena juventud del poeta, como brote espon
t?neo de su coraz?n rom?ntico en plena adolescencia.
Si es tarea imposible reunir hoy la copios?sima obra literaria de
Murgu?a, dispersa en revistas, peri?dicos y publicaciones de toda ?n
dole ?algunas totalmente desaparecidas? y hasta en almanaques,
como los famosos de Soto Freire, la b?squeda de sus poes?as repre
senta un esfuerzo de lo m?s lento, dif?cil y fatigoso. He examinado
infinidad de revistas, singularmente madrile?as, en las que colabor?
Murgu?a, sin hallar, a no ser espor?dicamente, ninguna composici?n
po?tica que lleve su firma. Las muy pocas que van a continuaci?n han
sido facilitadas por fieles y curiosos devotos de Murgu?a que me in
dicaron el lugar donde se hallaban.
Se notar?, desde luego, la clara y excelsa filiaci?n rom?ntica del
. poeta que puls? la lira casi exclusivamente en sus a?os mozos, cuan
do la ola del romanticismo era due?a absoluta del pensamiento litera
rio espa?ol. Por el ambiente que respiraba, por las ilustres amistades
r?pidamente conquistadas, por el influjo dominador de las corrientes
literarias en boga, se dej? conquistar Murgu?a de tale suerte que, tanto
en verso como en prosa, incluso cuando dedicado a la investigaci?n
hist?rica, parec?a haber dado de mano aquella otra labor llamada de
? vaga y amena literatura?, fu? siempre, por esencia y potencia, un
escritor rom?ntico, sin que este romanticismo empa?ase lo m?s m?
nimo su probidad de investigador veraz y concienzudo.
He aqu?, en primer t?rmino, un adids a la Coru?a, titulado Al
partir, escrito en 17 de Septiembre de 1851, sin duda al dejar por
primera vez la hermosa ciudad para dirigirse a Madrid, y publicada
en Galicia, Revista Universal de este reino, p?gina 39. Coru?a, 1862:
? Adios! bella Coru?a, de pintoresca playa,
Con las revueltas olas 'de tu rizado mar;
? Adios! que tierno amante, doquiera que yo vaya,
El alma entre sus pliegues tu imagen llevar?.
? Oh! s?, yo te idolatro, coqueta seductora,
Dormida entre las ondas que gimen a tus pies: .
?Bien haya tu altiveza de reina y de se?ora,
Hermosa flor que ostenta Galicia en su vergel!
?Adios! bajo ese cielo que bordan las estrellas,
En dulces embelesos mi infancia se pas?;
Te juro, mi Coru?a, la bella entre las bellas,
Te apartas de mi vista, de mi memoria, no.