226 $oletin de la Real Academia 6allega
Una tradici?n trasmitida verbalmente de padres a hijos, pre
tende asegurar que el monasterio de Sobrado de Trives fu? d?;
plice, esto es, que lo habitaban simultaneamente monjas y frailes.
La cita documental m?s antigua que de ?l se conoce se refiere
al a?o 1287, en cuya fecha tuvo que intervenir el rey D. Sancho IV,
para evitar que fueran privadas de su jurisdicci?n y propiedades las
monjas benedictinas, que por aquel entonces lo habitaban. Repi
ti?ronse los ataques al convento en 1300 y fu? de nuevo amparado
en sus derechos por D. Juan I.
Posteriormente, y con objeto de evitar nuevas cuestiones, fu?
incorporado, como priorato, al de San Payo de Ante Altares de
Santiago, quedando desde el siglo xv sujeto al dominio y jurisdicci?n
de ?ste. Pero as? y todo no se vi? libre de la desgracia que sobre ?l
pesaba, pues en 1590 reclam? su coto para el dominio real Feli
pe II, vi?ndose obligadas las monjas a redimirlo medi,ante la en
trega de dos cuentos de maravedises.
Por Ultimo, tras ruidoso pleito, y amparados por las leyes.
desamortizadoras del Gobierno liberal, sus propios colonos entra
ron en posesi?n de su coto el a?o 1822. Y para que su desgracia.
fuese completa, en el mismo a?o en que perdi? sus tierras, tres
cientos constitucionales, despu?s de tomar el convento por man
si?n durante dos d?as, lo saquear on de manera tan despiadada, que
no dejaron en ?l cosa alguna de cuantas guardaba.
De entonces ac?, la incuria de unos y la rapacidad de otr3s
no dejaron resto de ?l.
Sobre su solar y con sus propios restos fu? constru?da la actual
casa rectoral, de excelente piedra de siller?a, en cuyo patio se ven
una antigua y amplia escalera con sus pelda?os de granito gasta
dos por el uso, y un pozo con un enorme brocal de canter?a, una
de cuyas piedras presenta la huella de la cuerda con que izaban
el cubo, tan, profunda, que en ella coge un grueso c?labrote.
Seg?n reza unode los libros parroquiales, hace pocos a?os, al
abrir un hoyo en este patio para plantar un manzano, apareci?
una sepultura labrada en la roca, en forma adaptable al cuerpo
del sujeto que la ocup? despu?s de muerto. Por la descripci?n que
de ella hacen, pudiera tratarse de un sepulcro antropoide.
Del en otro tiempo amplio coto del convento, queda solamente
una min?scula huerta unida a la casa rectoral.
Haciendo martillo con ?sta, aparece la anteportada .de la igle
sia, con una gran puerta ojival, curiosa ventana encima y, rema