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BOLET?N ;DE LA REAL AcADEMIA GALLEGA ; 485
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N. .52. ?Todos los hombres tendr?an talento, si tuvieran
.el ' conocimiento exacto de su ?aptitud particular. ? ?
N. 53. ? La naturaleza la creaci??; el inundo, la humani'
dad, el hombre, son charadas de las cuales : no sabe
mos nimi'primera ni' mi ?ltima.?
N.2 72. ?Con muchas mujeres, como con muchas novelas :y
otros libros, basta con el pr?logo. De otras se puede
?leer el ?ndice.?
N.2 84. .?Los dos grandes placeres del hombre (dijo un d?a .
Alarc?n) son hacer bien .y decir, mal.?
N. 88. ?Nada se parece m?s al cuerpo de un hombre vivo i
' i?' que el cuerpo de un hombre muerto.
( , As? son muchas semejanzas.? ?
N.9 93. ?No hay que confundir la ambici?n del ?mor del
poder, con el gusto de los negocios, aunque?a veces se '
completen o se engendren.
La ambici?n produce los grandes pol?ticos. El amor '
de los negocios, los administradores.? '
N. 109. ~?$e puede no, pensar cuando se lee, pero siempre ~
se, piensa? cuando se escribe. Esto es lo que constituye
el diferente temple de esp?ritu que da el h?bito de'pen
sar de la costumbre de leer;? ? ?
? N. 116. ? Muchos creen que cuando por hombres. o circuns'
tancias accidentales caen las cosas viejas, corrompidas
y gastadas, as? que pas? el accidente volver? a restau *
rars? lo que pereci?. No es as?. No importa que mue
ran los , gatos; los ratones que se han comido no re
? sucitan: ? ,
? N. 124. ?De todas las'necesidades?materiales que, como he
pensado en otra parte, el ' hombre disfraza, idealiza,
` es la muerte. Hace m?s que 'embellecerla y consa ,
grarla : la diviniza.?
~ ' ENRIQUE CIIAO ESPINA`
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