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EL P. FEIJO0 FRENTE A MAQUIAVELO 83
Todo el mundo abomina el nombre de Maquiavelo, y casi todo
el mundo le sigue. Aunque, por decirla verdad, la pr?ctica del
mundo no se tom? de la doctrina de Maquiavelo. Aquel depra
vado ingenio ense?? en sus escritos lo mismo que ?l hab?a es
tudiado en los hombres. El mundo sra el mismo antes de. Ma
quiavelo que es ahora; y se enga?an mucho los que piensan que
los siglos se, fueron maleando as? como se fueron sucediendo. La
Edad de Oro no existi? sino en la idea de los poetas; la felicidad
que fingen en ella s?lo la gozaron un hombre, y una mujer, Ad?n
y Eva, y eso con tanta limitaci?n de, tiempo que, bien dejos de
llegar a un siglo (seg?n muchos Padres), no dur? un d?a
entero...
Lo que estamparon en sus libros Maquiavelo, Hobbes y otros '
pol?ticos infames es lo mismo que a cada paso se oye en los co
rrillos: que la virtud es desatendida; que el vicio se halla subli
mado; que la verdad y la justicia viven desterradas de las aulas;
que la adulaci?n y la mentira son las dos alas con que se vuela
a las alturas. Suponiendo, pues, que ?ste sea error,, debe colo
earse en el cat?logo de los errores comunes; y el demostrar que
lo es, ser? el asunto de este cap?tulo, dando a conocer, contra la
1 opini?n del mundo, que la pol?tica m?s fina y m?s segura, aun
Para lograr las conveniencias de esta vida, es la que estriba en
Justicia y verdad.
En el segundo trabajo sale al paso de los que sostienen que
Maquiavelo era enemigo de la tiran?a, con este p?rrafo no exen
r to al final de c?ustica iron?a: .
No hay hombre alguno que no aborrezca la tiran?a entretan
to que la considera gravosa a'su persona, o que tema que parte
del peso de ella cargue sobre sus hombros. Pero muchos de los
Que la aborrecen en general, la desear?n en particular;,silienen
esperanzas de que el favor del tirano mejore su,fortuna:`Es muy
natural considerar en esta postura el pensamiento de .Maquia
. didS la ciudad de Florencia, y creer?a 41isonjearlos o aprobando
como natural y debida la dominaci?irdispensadwde 'toda' ley y
, franquearlos, cuanto estaba d? s'u parte;t?lsamincy para skdes
15jtiono. Acaso le pasar?aporla imaginaci?n 'que alg?n Pr?ncipe
'y hiciese primer Ministro suyo; con, la esperanza' de elevar a su
Periar grado su grandeza teniendo a su lado al autor de aquellas
114.5limas. .j ' : fi '
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