428 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
Tenemos, pues, q?e Airas Nunes ha .hecho llegar hasta
? nosotros un tema ?pico. ?Se trata de materia original o de
' una refundici?n tradicional por escrito? Los acontecimientos
que en el n.Q 466 se narran, no estaban tan alejados del
autor que necesitase consultar las cr?nicas, y por eso me in
clino a creer que ?l se apoder? de la tradici?n oral, y le
di? forma.
Men?ndez Pidal, en su libro sobre la poes?a juglaresca,
encontraba a nuestro poeta con una cultura superior a la de
otros juglares; y Alfredo Jeanroy destaca a?n m?s este as'
pecto, pues, al estudiar los. temas l?ricos de la Edad Media
francesa y relacionarlos, con los de la poes?a galaicoportu
guesa, encuentra en las c?ntigas de Airas Nunes una base ,
para sus razonamientos de entronque l?rico, a partir de la
poes?a popular innata en el car?cter de todos los pueblos, y
de la que salen las modelos que .cada poeta inventa seg?n sea
su inspiraci?n y medio.
?CAPITULO IV
COLABORACIONES Y CR?TICAS
Airas Nunes, ha dicho el eminente cr?tico ingl?s Aubrey
Beil, es el mayor genio po?tico de las Cancioneros, por la
maestr?a de su ritmo y el seguro instinto de la belleza, reve
lando ya en sus producciones lo que ha de ser el dolce estilo
del Renacimiento.
Su nombre aparecer?a nimbado de alabanzas, si fu?semos
a recoger cu?ntas en? su honor han vertido los lectores y cr?
ticos de sus obras. Son ?stas dieciocho poes?as que se encon
traron en el c?dice '4.083 de la Biblioteca vaticana y que, di
? vididas en dos grupos, figuran en los n?meros 45469 y
1.13334, dando la suma total de 303 versos; pocos por la
cantidad, pero llenos de virtud.
Las combinaciones m?tricas que emplea tienen toda la
irregularidad propia de los trovadores, y es tarea larga e in
fruct?fera el estudiar detenidamente las variantes de rima,
? aunque en ello haya parado su mariposeadora atenci?n el
P. Jos? Mouri?o. A Eugenio Carr? Aldao se le ocurri? tam
bi?n llamar soneto a la canci?n 463, s?lo porque tiene ca