BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA g75
tristeza y. los; pesares; pero, bien sab?a ?l que no es la vida for
de azahar que encarna el s?mbolo de. la felicidad, y as? lo pen
saba
"Que no es la tierra que pisas
donde la dicha se alberga,
sino el crisol meritorio
en que se lava y se acendra
el alma, que al goce aspira
de venturanzas eternas".
He dicho que tuvo adversa la suerte muchas veces, por eso
cautiva en el sobremanera el optimismo de sus palabras. Nada
tan propio del vate, que cumple una misi?n social y religiosa,
como ese aliento en las horas tristes. Personalmente supo pre
venir el ataque del yo revelado por los imperativos del infortu
nio, y opuso : contra pobreza, resignaci?n; contra dolor, sacri
ficio; contra pesar, alegr?a. La sana alegr?a, de no querer sino
lo necesario.
Su coraz?n generoso ,prorrumpe de vez en cuando en r?
fagas de mordiente recuerdo y acogedora filantrop?a como cuan
do exclaana en Delirio d'unha nay:
"A sorte par'os probes non ten mais
que un cami?o
regado polas b?goas, cochado' po1a dor,
pra un que n'?l : atope guindado un
aloumi?o,
milenta topan loito, espi?as e suor!"
Enamorado de su ideal, las adversidades, en vez de allanarlo,
remozaban su esp?ritu, y, ?l, segu?a su camino de apostolado, de
sembrador.
"Adiante, pois, adiante, pensamento
non t'arredes de Dios; pro ?adiante,
adiante!
qu'El ha de padri?ar teu nobre intento