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grandecimiento y progreso de la patria bajo todos sus aspectos, labraron
para su autor condigna fama y asign?ronle lugar preeminente en los anales
de la literatura regional.
En la mansi?n de la quietud y del silencio eternos no deben sonar
otras voces que las de paz y perd?n. M?s s?ame permitido alzar en este
sagrado recinto, sin pecar de irreverente, la voz de la verdad, toda vez
que en ?l impera la verdad absoluta: la verdad de la muerte. Bernardo
Rodriguez por su conducta honrada e intachable; por su car?cter tolerante
y modestia innata; por su esp?ritu religioso; por su temple caballeresco a
la antigua usanza; por sus cualidades de hombre laborioso y cumplidor de
sus obligaciones; y por su patriotismo, en suma, desinteresado y ardiente,
h?zose acreedor a que sus conterr?neos de hoy y de siempre debamos con
siderarlo como arquetipo del gallego en los pa?ses de su inmigraci?n.
Altivo, con la conciencia del propio decoro, y si apasionado por el
terru?o do viera la primera lux, amante asimismo de la tierra en que
nacieron sus hijos, por ella propugn? en sus deseos de verla pr?spera y
colocada la primera entre las naciones hispanoamericanas, a fuer de buen
hijo adoptivo, ejemplo edificante, se?ores, para los suyos y los nuestros,
obligados a devolver honra por honra, enorgullecidos de su origen, estre
chando as? las almas en magn?fico concierto de voluntades, y haciendo
m?s indisolubles, si cabe, los v?nculos de la nobil?sima y com?n estirpe.
Cumple pasado ma?ana un a?o que di? fin a su jornada por el esca
broso sendero de esta vida transitoria quien hoy nos congrega en torno
de sus yertos despojos. Y siendo el d?a de ma?ana el ciento quince ani
versario de la fecha en que esta hidalga Naci?n, sangre de nuestra sangre,
v?stago lozano y vigoroso del venerable tronco ib?rico, celebra su eman
cipaci?n de la tutela materna, acompa??mosla, se?ores, en d?a tan memo
rable, con nuestros fervientes votos, para que consiga en breve ver colma
dos por completo los caros anhelos de los abnegados pr?ceres que por ella
sacrificaron vidas y haciendas. La mejor garant?a de ese porvenir se
demuestra al presente por los adelantos de todo g?nero que la Rep?blica
va realizando en las ciencias, en las antes, comercio e industria, y muy
especialmente por sus libres instituciones,, que nada tienen que envidiar
a las de ninguna otra naci?n del mundo.
Durante 'rids de medio siglo nuestro difunto exPresidente sirvi? a
la Naci?n en los diversos cargos que se le confiaran, con el celo y la pro
bidad de que llevo hecho menci?n, granje?ndose el afecto y la considera
ci?n de todos sus compa?eros, superiores y subordinados. As? lo testimonia
la placa que ah? v?is colocada en este sepulcro y que aqu?llos dedicaron a
su memoria, y la cual con la que ahora viene a ofrendarle la Comisi?n
que tengo el alto honor de presidir, forman los blasones m?s puros y leg?
timos de que pueden envanecerse los suyos con toda justicia; patrimonio
ingente que a las riquezas materiales nunca les ha sido dado obtener,
cuando no se halla ungido con el Oleo augusto del trabajo y de la hombr?a
de bien, virtudes que poseyera quien fu? objeto de tantas distinciones.
La misma Parca, aparentando suspender su obra destructora horas
despu?s del 25 de Mayo, permiti? de tal suerte que los rayos del glorioso
sol de esa efem?rides argentina estamparan por vez postrera el beso de