rz8 jolelln de la Real ycademia Gallega
llena todo y todo lo vivifica. 'Faltos de grandes centros, vivi?ndose aqu?
en el apartamiento y la soledad, a la fuerza estos important?simos facto'
res hab?an de dar por resultado, ?n todos los ?rdenes de la vida, lo mar
cado con el sello de lo individual. Esto es, entre nosotros, poderos?si
mo, porque todo en Galicia, el hombre y sus cosas,aparece fatalmente
separado, faltando hasta ahora una mano piadosa que una lo disperso,
vuelva la vida a lo olvidado, y salve de la muerte a lo que no est? bien
que perezca.
Lo primero nuestra lengua.
Puedo decirlo, porque de ello soy por mis a?os testigo irrefutable.
Cuando yo era ni?o, todos a mi alrededor hablaban gallego. Cincuenta
arios bastaron para que las clases elevadas, que antes no entend?an co
meter falta, usando el lenguaje que todos entend?an, hayan cambiado.
No les bast? abandonar la casa paterna y desertar del campo de combate,
sino que habiendo sido los que iniciaron este movimiento de regenera
ci?n, pusieron bien pronto entre lo que nos pertenece y los nuevos pen
samientos, que vienen a ampararlo, una profunda y dolorosa barrera.
Sigui?ronles en esta obra de exterminio, los insensatos, el mundo oficial
con su fuerza incontrastable, la ignorancia de muchos, el despego de
algunos, la petulancia de unos cuantos y, sobre todo, el creciente trato con
los extra?os, a quienes llegamos :hasta permitir que maltraten el habla de
nuestros padres, cubri?ndola con el lodo de sus invectivas y proclamando
a cada instante que un paso m?s y la lengua gallega desaparece.
No ser? asi; no se borra tan f?cilmente en los labios que la mama
ron, la lengua que habl? este pueblo durante m?s de diez siglos, que es
la que hablan y entienden cerca de tres millones de gallegos, dieciocho
millones de habitantes en Portugal y sus dominios, doce en el Brasil.
No puede perecer un lenguaje que tiene una literatura gloriosa, y nom
bres que son orgullo de la inteligencia humana. Por eso, y para recoger
en Galicia su verdadero l?xico, dar a conocer su gram?tica, y afirmar su
existencia, se fund? esta Academia. Porque el idioma de cada pueblo ,es.
el caracter?stico m?s puro y m?s poderoso de la nacionalidad. Gentes
que hablan la lengua que no les es propia, es un pueblo que no se per
tenece. .
El agua viva del pasado, fecunda el presente. Si para ello es preciso
penetrar en las entra?as de lo que apenas dej? rastro, penetremos, para
que nuestra labor sea fruct?fera. Si para ello es preciso conocer nuestras
antig?edades, instituciones, literatura, y cuanto a : su hora inform? la
vida intelectual de este pueblo desconocido hasta de sus propios hijos,
conozc?moslo, .o al menos intentemos conocerle. Y si esta empresa es