BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 159
preciable, y es m?s precisa la elecci?n entre todos, y con la ad
vertencia, que lo mejor se ha escrito de cien a?os a esta parte
despu?s que se fundaron las Academias".
A continuaci?n indica con relaci?n a su plan de biblioteca
particular: "Supuesto lo dicho yo he seguido la misma de tener
muchos autores en pocos libros, y much?simas materias en pocos
tomos; la misma deben seguir los que o por falta de medios o de
voluntad no piensan tener numerosa biblioteca; as? se podr?a
componer que una librer?a de 40 tomos sea m?s selecta y univer
sal que otras de 20.000" 17.
Nos da esta f?rmula: "De cualquiera arte o ciencia se deben
buscar los libros siguientes:
1. Su historia y progresos.
2. Su diccionario.
3. Su biblioteca de los autores de ella. ?
4. Sus autores pr?ncipes.
5. Las colecciones de los autores antiguos.
6. Un compendio moderno de la ciencia.
7. Un curso entero de ella.
8. Una compilaci?n total de las materias.
9. Los autores modernos que en dicha ciencia merecieron
singular aplauso o han sido extravagantes".
Advertimos aqu? la ausencia de toda menci?n expresa de la
correspondiente bibliograf?a, aunque en su mente tal vez estar?a
incluida en alguno de los t?rminos de la enumeraci?n. Pero a lo
largo de sus escritos no cita bibliograf?as tan conocidas como
las de Mart?n Lipen, Cornelius Beughem, Georg Draud, Daniel
. Georges Morhof, Fabiano Giustiniani, Valerio Andr?s, B. Got
thelf Struve o la Biblioteca Bot?nica de Linneo, con quien
manten?a correspondencia. S? menciona, aunque muy de pasa
da, la Biblioteca Hispana de Nicol?s Antonio y las Bibliothecas o
bibliograf?as nacionales de los diversos pa?ses. Y sin duda para
los fines de Sarmiento de estimular a la lectura y estudio, las
bibliograf?as deber?an ser instrumento b?sico.
Menciona "obras de consulta" diversas, pero sin destacar su
ficientemente su valor, aunque rese?a muchos diccionarios del
m?s var?o car?cter y de las lenguas m?s heterog?neas.
17 Biblioteca selecta, p?g. 101.