Estudios e investigacións sobre o P. Sarmiento
BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
Calquera que tivese que aprender a lingua castelá se decataba de que a maior parte dos casteláns ignoran o seu propio idioma e teñen tan pouco coñecemento da súa riqueza léxica que os incapacita para o recto comprender dunha obra escrita nese idioma. Vexamos como o P. Sarmiento ten adquirido ese dominio da lingua castelá, a dos libros e a da conversación; unha vez máis fala pola súa experiencia: ?Los hombres no se entienden ni se comunican por conceptos como los ángeles, sino con voces que a ese fin inventó ?ad placitum? la sociedad humana. Así, el que no tuviere idea del significado que, como a su signo, corresponde a tal voz, queda incomunicable con los eruditos, y estos quedan incomunicables con él, sea por vía de libros o por vía de disputa o de conversación familiar. Yo tengo la costumbre de manifestar en las conversaciones mi ignorancia. Si en ellas oigo alguna voz que no entienda yo soy libre en suspender la conversación hasta que me explique el verdadero significado y yo quede enterado de él. No sé si es impulso natural de no querer oir voces que no entienda del todo, o si es resultado de la costumbre que he tenido y tengo de no leer libro alguno cuyas voces, para mí nuevas, no procure entenderlas antes por medio de algún diccionario o castellano o latino. Siguiendo este utilísimo método he notado, así en los libros como en las conversaciones, que muchos, que escriben y hablan, no tienen idea del significado de las voces que usan. Pondré un ejemplo verdadero que aturdirá a todos. Estando yo en conversación con un sujeto castellano de mediana capacidad y de alguna lectura, y con el cual había vivido y comunicado en esta corte más de treinta años, le oí la voz rana en una expresión a la cual repugnaba el significado de rana. Creyendo que esta voz tuviese dos significados le pregunté ?¿Qué entiende usted por la voz rana en esa expresión?? Díjome que por rana entendía, y había entendido siempre, un animalejo como un dedo, sin piés y con cabeza grande y cola larga, el cual se ve en tropa con otros en las lagunas. Poco tardé en observar que hablaba del renacuajo. Preguntéle aturdido: ?Pues, señor, ¿qué juicio hacía usted cuando leía y oía las ancas de rana, siendo así que esa voz rana en su idea no significa animal con pies? ¿Cómo componía el atributo de cantar, saltar, etc.?? No respondió sino que en su lugar la rana cuadrúpeda se llamaba sollanco, y el animalejo sin pies se llamaba rana?. (Notas al Priv Ordoño II, pp. 348349). Os libros primeiro, as conversacións despois, son as indeclinables etapas por onde ten que pasar esa preocupación do autor de aprehender o castelán e que o leva indefectiblemente polos camiños da lingüística. É a carreira que se inicia naquel ¿Qué quere decire charitas? E que se continúa por toda a súa vida. Pregúntalle primeiro a súa nai, pregúntalles despois ós libros, pregúntalles ós diccionarios (que sempre di que lle quedan diminutos en castelán), pregúntalle, en fin, a toda persoa que se comunica con el. O suxeito castelán aquí aludido sería sen dúbida un montañés, de San Vicente de la Barquera, xa que en Conjeturas (fol. 311 v.312 r.) recolle a palabra: ?Sollanco. Llaman así (o sollaco) en la marina de San Vicente de la Barquera a la rana?.
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