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hoy todos , los pueblos ' cultos..; Rama , egregia, tambi?n, de . ese ?rbol
fecund?simo fu? la familia c?ltica, a cuyos robustos pechos se amamant?,
anta?o, el pueblo gallego, recibiendo de esa raza, con, sus b?licos ,arres
tos, , las virtudes que la tradici?n y la historia le, atribuyen,. de consun ?k?k ??(? ?? 3 ?H???(? 4
. Y esta procedencia c?ltica no es ;un ensue?o ideado , por una imagi
naci?n exuberante que rebusca afanosa gloriosos abolengos, antes abo
nan ese com?n origen y la indubitada certeza del'. mismo, irrefutables
razonamientos basados en datos decisivos y concluyentes.. Proclaman
esa procedencia, desde los monumentos megal?ticos . que guardan en
vueltos en la penumbra del misterio nuestros bosques seculares, o que
se yerguen en las cimas de abruptos montes y de prominentes colinas,
desde las armas e instrumentos de s?lex que la piqueta sorprende a
cada paso, ahondando las superpuestas capas geol?gicas del nativo
suelo, hasta los rasgos ?tnicos de sus moradores; desde la existencia de
pueblos y lugares,. cuya denominaci?n se expresa con palabras c?lticas,
hasta las afinidades que el ojo perspicaz del fil?logo y del hombre de
letras descubren, a cada paso, entre los cantos b?rdicos y los cantares
de los poetas gallegos, a los cuales, une el nexo de una com?n inspira
ci?n sentida y so?adora. Y sin ir m?s lejos; esta ciudad del Sacramen
to,, que nos brinda hoy cari?osa acogida, deriva su apelativo del vocablo .
lucus, el cual significa bosque sagrado, y ,se halla,, adem?s, emplazada
? sobre un castro, y sabido es que los druidas celebraban su culto en los
bosques y que los castros, semejantes al oppidum galo, deben su origen
a los celtas y caracterizan las construcciones que acometieron en las
postrimer?as de la edad de piedra.
Por otra parte, Brisseux, el gran cantor de Breta?a y tan conocedor
de la poes?a b?rdica, la presenta impregnada de la misma tristeza que se
proyecta en la, labor de los trovadores , y de los poetas gallegos, , y
Teodoro Brote], bret?n tambi?n, despu?s de proclamar, no sin orgullo,
su filiaci?n c?ltica, recoge el esp?ritu de la raza y lo; encarna , en sus
producciones . po?ticas,, cantando con estro encantador, en el cual se
hermanan y conviven en tierno consorcio el amor a la tierra natal y la
so?adora melancol?a de los antiguos bardos, las glorias y las tradiciones
populares de su idolatrada Breta?a.
Es innegable, por tanto, que el alma gallega contin?a sintiendo
hoy, al un?sono de lo que sent?a anta?o, el alma celta.
Por: eso los ecos de las arpas b?rdi?as repercutir?n siempre en esta
so?adora tierra con armon?a m?s dulce, con timbre m?s sonoro, con
acentos m?s conmovedores que los de las renombradas arpas e?licas.
Los cantos de los bardos,impregnados, por lo com?n, de tristezas que