jolelin de la Real Academia Gallega 79
ajena a las buc?licas ficciones de la musa helenolatina, se inspira en un
sano realismo, que concuerda, por modo admirable, con la idiosincrasia,
especial del campesino gallego.
Desde el punto de vista est?tico, desde el cual se propuso el poeta ,
auriense acometer su labor, no cab?a encerrarla en el viejo molde cl?sico,
as? es que, desentendi?ndose de pastoriles usanzas y de a?ejos prejui
cios, prefiri?, con buen acuerdo, echarse en brazos de la musa de la:
realidad, persuadido tal vez de que es en determinadas ocasiones el
numen m?s propicio y el gu?a m?s seguro. No acusan, por consiguiente,
sus poes?as el art?stico : relieve y la n?tida ternura que resaltan en . los
inspirados idilios de Te?crito, Vi?n y. Moscho, impregnados ` del cam
pestre y.bien oliente aroma del tomillo y de la madreselva y animados'
por los cantos de la ardiente cigarra, ni la exquisita ternura que el vate
pone en labios de los pastores, cuando entonan sus cuitas a
los acordes de la dulce flauta, del rabel sonoro y de la r?stica zampo?a,
antes, Lamas Carvajal, apart?ndose de los trillados caminos, endereza su
numen por otros nuevos, no exentos de belleza, y nos presenta al labra
dor gallego, tal como es, llevando sobre sus extenuados hombros el
incruento calvario de sus dolores, los cuales son m?s para sentidos que
para exornados con las galas que sugiere la imaginaci?n dirigida por el
arte. Pero, a fuer de buen gallego y amante por ende de todo lo que
priva en el nativo pa?s, no omite en sus cantares el genial gaitero con el
tradicional instrumento, el cual parece que sonr?e, gozoso, con la albo
rada, que se solaza con los ondulantes giros de la movida mui?eira y que
repercute y semeja los dulces trinos con que el pintado jilguero da al
viento su no aprendida m?sica, encanto del o?do y deleite del alma.
r espont?neo de, su genial imaginaci?n, entre sentimental y festiva, entre Por lo dem?s, la vena l?rica del esclarecido poeta fluye, por modo
sabrosa y punzante, y recogiendo a su paso ensue?os y desencantos,
anhelos .y decepciones, tiende con patri?tico empe?o a levantar el aba
tido ?nimo de los moradores del campo, abriendo sus corazones a la
esperanza de m?s venturosos destinos. Tal es la finalidad de sus
en los cuales late vivo y en?rgico el amor a la tierra natal.
Y este amor intens?simo se refleja con acentos conmovedores en su
tierna poes?a Os aires da 'ni?a terra, en la cual poes?a expresa el deseo
de que las auras de la patria amada besen y acaricien, despu?s de su
muerte, la losa funeraria que cubra sus yertos despojos. Vibra en esta
inspirada composici?n, una de las mejores que se han escrito en gallego,
nota doliente arrancada por el poeta a su lira ante el temor de, que la
muerte rompa los dulces lazos que le unen a la tierra natal y de, que no
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