Doletin de la ykcademia Galleg? 22r
El P. Aldrete, por testimonio de Philon, dice qu? Abrahan apren
di? la Astrolog?a de los caldeos (1), y que el caldeo era tenido por `as
tr?logo!como el ?rabe por ladr?n:
Los patriarcas antidiluvianos conocieron los astros; distinguieron
los errantes de los fijos y descubrieron sus movimientos dando origen
? los m?todos indianos para el estudio del cielo, seg?n Bailli (2). C?sar
Cant? afirma tambi?n que los egipcios conocieron igualmente la esfera,
el gnomon, la divisi?n del tiempo en semanas, los eclipses terrrestres
y lunares, as? como la excentricidad de los cometas (3).
Mas ac? del diluvio el mago Zoroastro, los reyes .y los grandes
magnates divulgaron las matem?ticas en uso de lo magia. Del pueblo
caldeo fueron trasmitidas al hebraico y al egipcio, y aplicadas ? la
construcci?n de pir?mides, clepsidras y obeliscos, para medir la altura
del sol. ?Desde Sesostris, opinan algunos, que era frecuente entre los
vasallos de aquel monarca, la divisi?n de terrenos que despu?s de las
inundaciones del Nilo quedaban oscurecidos. Con el ingenio de sabios
como Herodoto, Teon, Thales, Pit?goras, Dem?crito, Hip?crates,
Plat?n, Euclides, Arquimides, Newton y otros, las ciencias matem?ti
cas progresaron r?pidamente y en la forma que con tanto acierto y
erudici?n acaba de exponeros nuestro dign?simo compa?ero D. Juan
Jacobo Dur?n Loriga. Desde entonces, las personas de mediana dispo
sici?n comprendieron la importancia de las matem?ticas, sin cuyo au
xilio no puede llegarse ? pleno conocimiento de lo existente, por que
no es f?cil alcanzar tanto en lo infinitamente grande como en lo infini
tamente peque?o, ning?n objeto que no haya de someterse al n?mero,
medida, valor y peso, y como acertadamente dice el Sr. Dur?n Loriga,
hay ??matem?tica en el cerebro del sabio, matem?tica en el coraz?n
del poeta, matem?tica en el cielo, en la tierra, en lo grande, en lo pe
que?o! ?En todas partes matem?tica!?. Los elementos del n?mero son
los elementos de todas las cosas.
En el 'excelente Discurso que con tanta clarividencia nos ha pro
nunciado el ilustre recipiendiario, queda de sobra patente, aunque otras
obras suyas no lo acreditasen, el talento y facultades especial?simas ?
con que 4e encuentra dotado: su conocimiento de estas ciencias apa
rece bien de manifiesto en el desarrollo gradual y cronol?gico presen
tado respecto ? las ciencias matem?ticas propiamente dichas, tanto
(I) Antig?edades de Espa?a, p?g. 554?
(2) Mu?oz: Origen de los cultos, en la refutaci?n ? Dupuis, tomo I, p?g. 12,
(3) Hist. Univ.: tomo I, p?g. 193.: