José Fontenla Leal
BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
AN E X O I X Habana, 24 de Junio de 1905. Muy señor nuestro y estimado coterráneo: Suponemos á usted enterado por la prensa regional y la de la Isla, del propósito que anima á los que suscriben, de promover la creación en Galicia de una ?Academia? encargada de velar por la conservación y perfección de nuestra lengua, publicar la ?Gramática? y el ?Diccionario? de la misma, recoger y conservar también los monumentos dispersos de carácter arquológico y artístico que puedan ser útiles á la historia de nuestra raza y de nuestro pueblo y promover, en suma, cuantos estudios, dentro de esos órdenes, contribuyan al conocimiento de nuestro pasado y preparen el desarrollo científico de nuestra región, elevándola al mayor nivel de cultura posible. El pensamiento de esa fundación no es nuevo. Muchos años hace que lo expuso en sus columnas la prensa gallega y no pocos también que trató de llevarse á la práctica en la Coruña, con éxito nada lisonjero, por las dificultades que á todo empeño de cierta trascendencia opone siempre la falta de medios materiales para llevarlos á cabo. Mas, como quiera que la necesidad de esa ?Academia? se hace cada día más sensible para unificar, depurar y fijar nuestro idioma, pues harto conocida es la anarquía reinante en materia de lenguaje dentro de nuestra región: como los trabajos realizados por algunos anticuarios en la zona meridional de nuestro país, han demostrado la existencia de verdaderos tesoros arqueológicos en Galicia que están expuestos á desaparecer bajo la reja del arado y la incuria oficial, si manos piadosas no acuden á salvarlos, rescatándolos para nuestros museos; y como, por último, las investigaciones llevadas á cabo por varios abnegados artistas han revelado la existencia de cantos, danzas, tradiciones, cuentos, costumbres, etc., etc. que, recogidos, han llamado la atención de los hombres pensadores, y podrán servir, cuando menos, para demostrar el abolengo artístico, la aptitud mental y la cultura, ya en edades remotas conseguida, del grupo étnico á que pertenecemos; un miembro entusiasta de nuestra colonia en Cuba, el obrero D. José Fontenla, incansable promovedor en esta Isla de cuanto tienda á favorecer el progreso intelectual de nuestra patria, recogió el pensamiento, al aparecer abandonado, de la fundación de aquel Centro, citó á una reunión de elementos gallegos á la que hemos concurrido y en la que expuso las bases de esa fundación y, después de elegida una mesa que se encargó de nombrar una comisión para redactar y discutir el Reglamento, de la que inmerecidamente formamos parte, éste fue redactado sobre aquellas bases, y discutido ampliamente y votado, se sometió para su aprobación á la autoridad competente, quedando desde ese momento constituída en esta capital una sociedad cuya denominación y cuyos fines se determina en los artículos siguientes:
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Nº 362