22 Doletin de la Real Academia Gallega
puridad: el novelista gallego por esencia, por temperamento, por
amor, i hasta por sacrificio! La Galicia prehist?rica, la Galicia
sueva, la Galicia feudal, la Galicia contempor?nea . todo el de
curso de la Historia; pero Galicia ante todo y sobre todo, Galicia
y nada m?s que Galicia, por siempre y para siempre.
Envanec?ase Fern?ndez y Gonz?lez de haber ense?ado a leer,
con sus libros, a la mitad de los espa?oles de su tiempo. Vicettp,
fallecido mucho m?s joven, sent?a el generoso orgullo de haber en
se?ado a sus paisanos a amar a su tierra: a amarla por s? misma,
en sus glorias, en sus dolores, en sus bellezas, en sus amarguras,
en sus tradiciones, en sus monumentos; a amarla hasta rendirle
la vida en holocausto, sin titubeos ni desmayos, como ante el ara
de una deidad inmortal. Y preci?base de dejar a los gallegos mar
cado el camino que hab?a de llevarles a la regeneraci?n, al ensal
zamiento, a la exaltaci?n luminosa, esp'?ndida y feliz de esta pe
quefia patria arrullada por los blandos murmu'llos del Mi?o, in
mortalizada por los hero?smos del Medulio, glorificada por Dios
mismo en la tumba del Ap?stol..
i Si hay en Vicetto algo que necesite perd?n, bien puede ?ste
serle concedido tan amplia y abiertamente como sea preciso, si
quiera por lo mucho que am? a la regi?n nativa!
Porque toda su obra no es sino un himno a Galicia. Ungida,
con Oleo santo, por un fervor ardiente, profundo y casi religioso, se
nos ofrece, ante el altar de la tierra madre, nimbada por ?ureos
resplandores, envuelta en las nubes de un amor acendrado que la
rodean como perfumado incienso, entre cuyas espirales, y como
un triunfal hosanna, resuenan aquellas tres palabras vibrantes y
prof?ticas que ?l supo hater inmortales a trav?s de las generacio,
nes : ! Deus fratresque Gallcecice!?
El estudio del Sr. Amor Meil?n fu? premiado con aplauso un?
nime.
A continuaci?n hizo uso de la palabra, para leer el trabajo que
sigue, Don Eugenio Carr? Aldao
?Ende xamais ?comenz? se poder? falar da poes?a galega
sin ter que se lembrar do grorioso nome de Francisco Afl?n, un dos
l?ricos de mais alta prosapia eritre dos precursores da renascencia
actual das nosas letras.
0 Patriarca, como se lle chamou e inda se lle chama, foi,
?, e ter? de seguire sendo, cada vez mais arrequcucido o seu re
cordo, o poeta popular, o cantor enxebre da meiga terra galega c