José Fontenla Leal
BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
nado, y, en fin, echó las bases de ese proyecto que cristalizó con la creación de la Academia que tantos días de cultura y gloria habrá de proporcionar á nuestra patria? Fontenla es el alma mater de la Academia Gallega. Cuando en el período de formación de la sociedad sostenedora de esa Academia, cundía el desaliento en las filas de los patriotas que siguen á Fontenla, porque ven en él algo así como un émulo pacífico de Breogán, el famoso caudillo celta; cuando, en una palabra, se tocaban las dificultades inherentes á toda obra nueva, Fontenla, con el tesón de un apóstol, suavizaba asperezas, allanaba obstáculos, ingeniaba medios y, al triunfar en toda la línea, exclamaba ébrio de orgullo, henchido de ingénua satisfacción: ?¡Señores, la Academia es un hecho! ¡La patria, agradecida, premiará nuestro esfuerzo! ¡Qué día más grande aquel en que definitivamente quede constituída la Academia!?? Pero no es esto sólo: establecida y legalizada aquí la ?Asociación Iniciadora y Protectora de la Academia Gallega?; cuando los primeros recursos pecuniarios no se habían recaudado; cuando, por falta de personal, había que extender documentos de propaganda, nombramientos, citaciones, etc., Fontenla era el mensajero espontáneo, el amanuense, el propagandista, el TODO. Y, para asegurar la concurrencia á las juntas, al entregar las citaciones invocaba el nombre del ilustre presidente de la sociedad, Sr. Curros Enríquez, y nos repetía esta cantinela que por el mundo de filosofía que encierra, merece también estereotiparse: ?Dice D. Manuel que no falte esta noche á la junta: se van á tratar asuntos trascendentales?. Fontenla, además, es un bibliófilo; pero un bibliófilo netamente gallego. Erudito de verdad y sin pretensiones, Fontenla tiene conocimientos sólidos de ciencias, artes y literatura universales; pero y van dos su fuerte, su baluarte, son las artes y literatura gallegas. Preguntad á Fontenla por el origen de nuestra lengua, por las épocas de su apogeo y decadencia; preguntadle por los músicos, los artistas y los sabios de Galicia en todas las épocas; preguntadle por sus bardos más ilustres que constituyen su obsesión y Fontenla á todo os contestará cumplidamente, con cicerónica competencia. Es más: si sobresalís en la república de las letras; si habéis escrito algo digno de ser leído y publicado y queréis editar ó conocer alguno de vuestros trabajos cuyo original ó ejemplares sufrieran extravío, acudid á Fontenla y allí, seguramente, lo encontraréis. Fontenla está en constantes y directas relaciones con las principales casas editoriales de Madrid, Barcelona y la Coruña, la cuales tienen de él esta consigna permanente: Envíen un ejemplar de todo lo que editen de, en, por y para Galicia. En definitiva: con decir que Fontenla tiene una biblioteca que cuenta más de mil ejemplares de obras exclusivamente gallegas, está hecha su apología. Porque conviene no olvidar que Fontenla es un obrero que no tiene más patrimonio que el fruto de su trabajo. Y que los mil volúmenes equivalen, cuando menos, á mil pesos. ¡Caudal enorme cuya acumulación representa para un pobre mil fatigas, privaciones é insomnios! Tal es, aunque en torpe y rudo pergeño, el distinguido ferrolano que acaba de ser pro
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Nº 362