168 ?Dolettn de la Real Academia Gallega
Casas, y se acord? consignar en acta el sentimiento de la Corporaci?n
por p?rdidas tan sensibles.
Por los Sres. Cabeza Le?n, B?rcia Caballero y P?rez Costanti, fu?
propuesto para Correspondiente de la Academia, el Rvdo. P. Fray
Juan Rodriguez Legisima, de Santiago: los Sres. Murgu?a, Martinez
Salazar y Oviedo, propusieron igualmente a D. Francisco Rodriguez
Mar?n,! de Madrid: los Sres. Carr?, Martinez Salazar y Murgufa, al senor
Arturo Farinelli, de Turin: los Sres. Tettamancy, Carr? y Lugr?s, al
Sr. C. Viktor E. Bjbrkman, de Lubeck: los Sres. Vaamonde, Carr? y
Tettamancy, a la Sra. Marie BjorkmanSchilikau, tambi?n de Lubeck:
y los Sres. Lugr?s, Murgu?a y P?rez BaIlesteros, al Sr. D. Juan A. Alsina,
de Buenos Aires.
El Sr. Oviedo y Arce di? cuenta detallada de sus recientes investi
gaciones en la isla de Toralla (rfa de Vigo); y formul? su juicio dicien
do que se trata de una mansi?n iberoromana provista deun prominente
castro, una gran m?moa, y una extensa neer?polis; que las excavaciones
practicadas hasta ahora en la necr?polis han sacado a luz varias tumbas
trapezoidales, eon paredes, fondo y cubierta de lajas de granito y piza
rra regularmente labradas, y colocadas en series de dos y tres super
puestas; y que el propietario} de la isla, D. Martin Echegaray guarda
cuidadosamente en un museo los importantes objetos extraidos de las
tumbas, a saber: osatnentas humanas, barros. negros, bronces, hierros
y barros rojos; mucho de esto adornado con molduras caracter?sticas
del arte.celt?b?r?co galaico: finalmente, afiadi? que las nuevas excava
ciones que se habr?n de practicar on la primavera pr?xima, prometen
revelaciones de inter?s para la historia y el arte de nuestra tierra. La
Asamblea escuch? eon sumo inter?s al Sr. ,Oviedo..
Y por Ultimo, el Sr. Lugr?s, di? cuenta, de que en su excursi?n a
Caabeiro, examinara unas importantes l?pidas sepulcr?les procedentes
del antiqufs?mo y extinguido Monasterio de Can?nigos del mismo nom
bre: y que hab?a tornado muy buena nota de ciertas creencias y su
persticiones populares que se conservan entre las sencillas gentes de
aquella comarca. Tambi?n los sef?ores presentes?oyeron con gran aten
ci?n el relato del Sr. Lugr?s.
COR??AIMPRRNTA Y FOTOORABADO DE FRRRER, REAL, 61