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218 Bolet?n de la Real ykcademia Gallega
rales y forasteros de otras, provincias de Espazia; en vista de los. infor
mes dados por los subdelegados y algunos marineros: ancianos pr?cti
: cos e:.inteligentes { en la;; pesca; pero ni aun as? ; se apaciguaron: dos
?nimos y la contienda surgi? m?s viva (1).
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Opon?an como argumento los catalanes que si j?bega 'ty bou eran
perjudiciales, no menos terrible era el jeito que por dicha Ordenanza
(9 de Abril) se hab?a declarado en su art?culo 5.? ?el ' mejor y m?s ?til
instrumento para pescar sardina,' de cuantos hasta ahora se conocen?
aun cuando se limitaba el tiempo de su empleo de 1.0 de Junio ? fines
de Febrero (2).
No estaba todo el mal en los aparejos: otras eran las causas, y as?
lo demostraron los catalanes persistiendo en su empresa y sujet?ndose
m?s menos ? lo dispuesto.
En efecto: si se estudian con detenimiento las Ordenanzas 'de 1768,
Se ver? que entra?an el deseo de favorecer y fomentar la industria sa
lazonera,'f?erte de las catalanes, dispensando protecci?n y`:amparo ?
los que ? ella` se dedicaban; pero un historiador gallego, algo imparcial,
dice:' ?que fu? falseada, y desde' entonces, en "proporci?n que ' s? 'des
trufa la pesca, las ayudantias de puerto y empresarios catalanes 'se en
riquecieron de mi modo prodigioso, resultando los mariner 'gallegos
pobres y transformados en esclavos de estos nuevos sefipres n(3).
EU(IENIO' CARR? ALDAO
(Concluir?). .. . . .. .
. . . ? . ? ~~~.~^ ~ . . . . ~ . . . . . . .
Jz) Tambi?n deben menc?onarse las resoluciones de, Agosto ,,t77[>.y Junio, Agosto
y Septiembre de 5772, decret?ndose en esta ?ltima la libertad de la pesca ,con ? todas las
Artes ?tiles, excepci?n del bou catal?n.
(2) La raz?n que asist?a ? los catalanes la hemos visto en las xeclamaeionesposterio
res, y que aun duran hoy, sobre el uso del jeito. ?
(3) BENITO VICnTO: Historia de Galicia, tomo VII. Ferro', 5873~,p?g. 235? 1.
Era natural que se protegiese ? la salaz?n, no s?lo por el inter?s que demanda toda
industria, sino porque al mismo tiempo que se cortaba la importaci?n de otras naciones,
el m?todo empleado por los catalanes consum?a mayor cantidad de sal, lo que beneficiaba
al Erario p?blico.