196 Bolet?n de la Real Madenlia Gallega
Despu?s de largo asedio, quebrantados los sitiados por el hambre
y la peste, consultaron al or?culo, quien les dijo, hiciesen lo que Mirlos
les ordenase; y fu?, que todos los a?os llevasen a Creta siete mancebos
y siete doncellas, con que alimentar al Minostauro, encerrado en aquel
laberinto.
Cumplieron lo pactado los atenienses, pero habi?ndose quejado de
que el hijo del rey estuviese exento de concurrir al tributo, sea porque
. el rey lo hubiese ordenado, o porque el valeroso pr?ncipe hubiese es
cogido este medio para librar a su pueblo de aquella afrenta, lo m?tico
es que all? se fu? Teseo, haciendo antes holocausto a Venus con una
cabra, que durante el sacrificio se torn? macho cabr?o.
Por permisi?n de la ?diosa, sin duda, llegado a Creta el h?roe, se
enamor? de ?l Ariadna, hija de Minos, que, conocedora de su deseo,
di?le un ovillo, cuya punta deb?a atar a la puerta del laberinto, des
enrollando el hilo a medida que avanzase, para que, terminada su em
presa, pudiese salir gui?ndose por ?l; y di?le Fedra, asimismo, hermana
de aqu?lla, una sopa condimentada con cierto brevaje, que adorme
cer?a al monstruo apenas la comiese, facilitando as? la empresa a
Teseo.
Vencedor el h?roe, muerto Minostauro, para m?s vengar la afren
ta de los suyos, rob?le Teseo al rey las dos hijas, abandonando a
Ariadna en la isla de Choos, ?en donde habi?ndola encontrado el dios
Baco, se enamor? de ella, regal?ndole como prenda nupcial una her
mosa corona, que por su imponderable belleza, fu? colocada por los
dioses en el cielo?, y corresponde a la corona austral?muy conocida
de los astr?logos?, dice el autor de quien esto transcribimos, cuya
constelaci?n consta de cuatro estrellas dispuestas en semic?rculo.
No es menester que nos cansemos en hacer reflexiones sobre la
identificaci?n de la primera con la segunda figura de nuestro dibujo,
y el enlace de ?stas con las siguientes, ni con el desenvolvimiento del
mito, puesto que todos los elementos de ?l, como son la cabra, el ma
cho cabr?o o cabrito del fest?n o del holocausto a Venus, as? como el
ovillo, el plato de la sopa, las estrellas de la constelaci?n austral y m?s,
tendr?n cabida dentro de toda interpretaci?n, as? como la idea del
culto al h?roe, deificado con raz?n por los atenienses, en virtud de su
reconocimiento, y en honor del cual erigieron esta memoria, lejos y en
recuerdo tambi?n de la tierra querida, o levantaron este sencillo altar
en su honor, y junto a ?l celebraron su culto sus sacerdotes o magos,
as? como los animados festines, en los que las carnes del cabrito, tu
? viesen papel principal; con la misma raz?n y fe con que nosotros eri
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