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$ole?n de la Real Academia Gallega zg
delo de ternura y sentimiento; rom?ntico, en su famosa
C?ntiga y en El Maestre de Santiago; costumbrista, 'en Unha
boda en Einib? y 0 gueiteiro; ir?nico, en Mirando o chau
y Sobre unha foxa; sarc?stico, en A igrexa fr?a y 0 vento;
hondamente trascendental, en Nouturnio; esc?ptico y rebel
de, en 0 Divino Sainete; agresivo, en No convento; c?us
tico, en 0 ?ltimo fidalgo; iracundo, en j Crebar as liras!;
enemigo de las supersticiones, en Tangara?os y 0 Cipria
nillo; descriptivo y sublimemente inspirado y m?stico, en A
Virxe do Cristal, la leyenda de musicales estrofas que no
han sido igualadas en la lengua gallega, ni superadas en la
lengua castellana
Atormentado por las ansias de lo infinito, Curros Enr?
quez fu? grande porque fu? el poeta del sufrimiento y del
dolor, que se hab?an clavado por siempre en las fibras de
su ser, y que le han hecho exclamar, mir?ndose sin duda
a s? mismo
! Ai do que leva na frente unha estrela!
?Ai do que leva no bico un cantarl
La elevaci?n de su pensamiento y la austeridad de su
esp?ritu hici?ronle amar el bien y aborrecer el mal. Por
eso las acciones generosas y magn?nimas merec?an su ala
banza, mientras las transgresiones y las inmoralidades te
nf an siempre su condenaci?n. Y por eso, respondiendo a
convicciones ?ntimas, pudo decir a sus valientes, ardorosas y
punzantes triadas:
Ladrade, mordede, ride.
Onde haxa virt?, bicade;
onde haxa vicio, feride.
ELADIO RODRIGUEZ GONZALEZ.
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