BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
José Fontenla Leal
ó gramática, resístese á aceptar otras doctrinas que no sean las suyas propias, y, por lo tanto, se toca la imposibilidad de llegar á «un acuerdo». Por último, la apatía del pueblo gallego por todo «lo nuestro» es manifiesta, mal que pese á su decantado patriotismo. Y si no, decidme: ¿Qué protección se le ha brindado á nuestro esclarecido Murguía para que escribiese la Historia de Galicia? [...] Está visto. El patriotismo gallego es un patriotismo especialísimo; sui generis. [...] Y nosotros, el pueblo, los eternos Jeremías, seguiremos insensitivos, resignados, siendo las bestias de carga del amo que nos esclaviza, ó muriéndonos lejos del terruño consumidos por la morriña y la inacción, sin comprender que las azadas, los picos y las guadañas no sólo sirven para cavar la tierra, hender peñascos y segar hierba, sino que son también instrumentos útiles para libertar á la patria de opresores. Pero seguiremos sin comprenderlo.
Pero non todos os galegos eran da caste que reflectía Nan de Allariz e un deles, Fontenla, púxo mans á obra de contado. Como a idea xa lle viña remoendo na cabeza desde ben atrás, axiña logrou xuntar un grupo de amigos e simpatizantes da causa. A rapidez con que se desenvolveron os acontecementos fundacionais danos a entender que a lectura do artigo de Murguía só foi a espoleta que fixo estoupar algo que xa estaba en avanzado estado de xestación. Tan é así que unha semana despois da súa publicación, un solto da propia revista Galicia (GH 1905a) xa anunciaba a creación dunha comisión xestora para a constitución da Academia en Galicia
Desde hace muchísimos años viene siendo tema de constante preocupación para algunos hombres de letras de nuestra patria, el establecimiento de una «Academia gallega», necesidad sentidísima, hoy más que nunca, por la acción destructora que extrañas influencias van ejerciendo sobre nuestro dulce lenguaje y sobre las costumbres y carácter de nuestro pueblo. Los beneficios que dicha Academia puede reportar á Galicia son incalculables, y comprendiéndolo así los gallegos residentes en Cuba, cuyos sentimientos altruistas y patrióticos se han manifestado en tantísimas ocasiones, dan una vez más prueba evidente de su acendrado amor á la tierra en que nacieron, con la idea surgida en un grupo de entusiastas conterráneos de la creación en Galicia de la «Academia Gallega». Para estudiar todo lo concerniente á que ese noble ideal llegue á ser una hermosa realidad, ha sido formada la Comisión gestora de que más abajo damos cuenta, la cual publicará brevemente una circular que será su programa y llamamiento á la colonia, reservándonos para entonces el tratar este asunto con el detenimiento que se merece.
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