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esta ciudad sin? a los de toda esta regi?n, durante el trascurso de
siete a?os, por medio de la espada, el hambre y el cautiverio, va
li?ndome unas veces de grandes y frecuentes batallas, otras de ocul
tas asechanzas, o tambien de manifiestas y devastadoras irrupcio
nes; porque endurecidos ellos conforme a la malicia de su deseo,
provocaron la ira del Se?or con mariifestaciones p?blicas, y por
eso vino sobre ellos el temor del Senor y la ceguera del entendi
miento, con lo cual ellos mismos me abrieron las puertas de la
ciudad, perdiendo vencidos el imperio que hab?an invadido siendo
vencedores.
Entonces yo, residiendo en mi palacio imperial, y dando gra
cias a Dios desde lo m?s profundo de mi coraz?n, empec? a cuidar
con suma diligencia de qu? manera se recobraria la muy escla
recida iglesia que antes bab?a sido de Santa Maria inmaculada
Madre de Dios. Y para este fin, se?alando d?a, convoqu? los obis
pos y abades y tambi?n a los grandes de mi imperio, para que se
hallasen en Toledo conmigo el dia dieciocho de diciembre, con
cuyo consentimiento fuera elegido para aquella sede un arzobispo
digno de Dios, de buenas costumbres y notable por su sabidur?a, y
con el auxilio de ellos la mezquita quitada al diablo fuera dedica
da por iglesia santa de Dios. Con el consejo y providencia de di
chas personas fu? elegido arzobispo llamado Bernardo, y en el in
dicado d?a consagrada la iglesia en honor de Santa Maria Madre
de Dios, y de San Pedro pr?ncipe de los Ap?stoles, y de San Este
ban protom?rtir, y de todos los Santos; y como hasta aqu? h? sido
morada de los demonios, en adelante sea sagrario de las virtudes
celestiales y de todos los cristianos. ?
Y ahora en presencia de los obispos y del colegio de mis gran
des yo Adefonso, por la gracia de Dios Emperador de toda la Hes
peria, hago dote de donaci?n al sacrosanto altar de Santa Maria, y a
ti Bernardo arzobispo, como asimismo a todos los cl?rigos que vi
ven honestamente en este lugar, en remedio de mi alma y de las de
mis padres, de las villas cuyos nombres son estos : Barciles, Co
visa, Alcobreza, Almonacir, Cava?as de Sagra, Rodelas, Torres,
Yecuff. En tierra de Talavera, Alcolea. En tierra de Alcal?, Yomolo.
En tierra de Guadalajara, Brihuega y Almunia, que fu? de Abem
geria, con su huerto y los molinos de Abib. Y de todas las vi?as
que tengo en Villasetina, la mitad; y de todas aquellas heredades,
o casas, y tiendas que tuvo en los tiempos en que fu? mezquita de
los moros, se las doy y confirmo, por haberse hecho iglesia de
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