13oletin de la ylcademia Gallega . 79
Consta este oficio de las piezas siguientes, tod.as trabajadas sabre
el canto gregoriano correspondiente: las respuestas del invitatorio,
la primera lecci?n de cada uno de los tres nocturnos, la misa, sin
secuencia. y los responsos Libera me y Subvenite. Las lecciones
son hermos?simos ejemplares del genera afabordonado; est?n he
chas con el m?s vivo sentimiento del texto; dentro de una senci
llez elemental, sorprende la novedaa y variedad de las cadencias y,
sabre todo, es tal la unci?n religiosa que los informa, que subyuga
por completo. La misa responde a1 genera de imitaci?n; sencilla
en su estructura, repite con frecuencia algunas f?rmulas, sobre todo
en el introito; mejor es el ofertorio hecho en plena diatonismo.
En gran aprecio deb?a tener el Gabildo a su maestro de Ca
pilla, pues suprimida la canong?a que disfrutaba Diego Alonsq, se
le adjudic? a Logro?o. A pesar de esta halagadora distinci?n, en
los ?ltimos a?os de su magisterio tuvo que pasar por el c?ntra
tiempo de quedarse sin m?sicos, porque ?,a causa de la sublevaci?n
de los moriscos de Granada se dispidi? a los m?sicos, por cuanto
recib?an su haber de las rentas de aquel reino. Se 1es di?, sin em
adelantado un tercio?. Este debe entenderse de los minis
triles o instrumentistas, porque los cantores sol?an ser racione
ros. Como para subsanar esta falta, tres meses m?s tarde se su
primi? otra canong?a para dotar tres racioneros cantores.
De 1570 a 1571 debi? morir Logro?o, pues en Abril de este.?l
timo a?o se pusieron edictos para Maestro de Capilla. En Junio
se celebraron las oposiciones habi?ndose presentado Francisco Ye
lasco y Roque de Salamanca. Obtuvo la plaza el primero, el cual
1 en los siete a?os que rigi? la Cap?lla en nada se distingui? !ante,
como en el descuido y ' negligencia con que desempe?? el cargo.
A tal extremo llegaron las cosas que, despu?s de varias amonesta
ciones c imposici?n de correctivos, se vl? el Cabildo en la preci
si?n de despedirlo. Como leg?tima consecuencia de su proceder, ni
una sola obra nos ha quedado compuesta por el. De su tiempo, sin
embargo, hemos de notar algo que inicia una variaci?n importan
te en la Capilla, pues est? el haber sido admitido ?por ministril de
vihuela de arco Juan Montoya? . La vihuela de arco ven?a a ser
lo que nuestro violoncello; parece ser que habia otra clase de
vihuelas de arco con afinaci?n m?s baja, pero las innumeribles cla
ses de vihuelas que se citan en las obras de los tratadistas antiguos hDO
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y en los diccion,arios musicales modernos, engendran una confu
si?n tan grande para la clasificaci?n de este in;strunmento, que se