78 $oletIn de la 5leademia Gallega .
muy parecido al del ?rgano acompafiando a las voces, y, en este
caso, huelga todo encarecimiento, pues son bien conocidas las in
superables condiciones del ?rgano para el acompa?amiento de la
m?sica religiosa. Sin embargo, lo m?s semejante, a mi juicioy lo
que mejor puede darnos idea exacta de los efectos y sonoridad de
estas antiguas orquestas, son las coblas ampurdanesas que bean las
sardanas en Catalu?a, pues eon sus tiples (especie de oboes) te
noras, baritones, hacen un conjunto sumamente agradable; yo
he tenido la suerte de o?r, en la magna procesi?n del cente
nario de la Virgen de la Merced, en Barcelona, las marchas que
tocaban dos coblas rcunidas, y el efecto era grandioso, solemne
y de :una perfecta semejanza con el ?rgano antiguo.
Con estos elementos ya pudo presientar la Capilla dignamente
el maestro Logro?o, en la gran fiesta celebrada con motivo de la
venida de Felipe II, aun pr?ncipe de Espa?a, que de paso para,
embarcar en la Coruna hacia Inglaterra, se detuvo unos d?as en
Santiago y asisti? en la Catedral a la magn?ifca f?nci?n con que
el Cabildo quiso solemnizar la "venida de tan egregio personaje.
? Ninguna noticia tenemos de e?mo se port? nuestra Capilla en este
acto; s?lo consta que, alg?n tiempo ,antes de la ilegada del pr?ai
cip?," acord? el Cabildo: ?por cuanto la venida del pr?ncipe Trues
tro se?or ser? breve.. ning?n m?sico se ausente so pen.a de
dos ducados?.
Poco se puede decir de las composiciones de Logro?o, por las
? mismas causas que dejo apuntadas al tratar de los de Ord??ez.
En el inventario antes citado constan dos tomes de obras de Lo
gro?o : uno de ?himnos y . otras cosas? y otro de ? ?micas de di
funtos?. No puede creerse que todas las micas escritas por este
maestro fuesen de difuntos; esto parece confirmarlo el acuerdo
del Cabildo de Septiembre de 1566, en el cual se dice que ?el maes
tro Francisco Logro?o present? y ofreci? un Libro de doce misas
nuevo que ?l compuso y orden?. Se le mandaron 30 ducados por
la costa y gastos?. No es posible que un maestro componga micas
de difuntos por docenas, considerando, sabre todo, que estas obras
se hac?an sabre el canto gregoriano de la misa de ?requieem?, y
se corr?a el riesgo de plagiarse a s? mismo en tanta repetici?n de
unos mismos temas. Por esto, creo yo que el inventario debe re
ferirse a la misa de requiem y al oficio de difuntos, composiciones
que se conservan en el libro a que he aludido al hablar del maestro
? Qrd??ez, y que parece, por estos datos, poder atribuirse a Logro?o.