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z?lez, sacabuche tiple; Jorge P?rez, contralto, y Gregorio G?mez,
tenor. Op?sose el Provisor Ruy G?mez Montoto a la admisi?n de
los m?sicos, y, tan a pecho tom? la cosa, que lleg? a fulminar cen
suras contra el acuerdo. ?Lo har?a por creerlo innovaci?? anti
lit?rgica, por alguna cuesti?n de etiqueta, para sostener su autori
dad, o per creerlo despilfarro? Bueno ser? pensar que le movi?
la primera causa para tomar tan seria determinaci?n; pero el
caso es que el Cabildo protest?, apel? a la Santa Sede y escribi?
al Prelado, a la saz?n ausente, para que anulase el acuerdo del
Provisor. Parece que debi? conseguir el Cabildo su objeto, aun
que a mi entender, con alguna cortapisa, para suavizar los escr?
pulos del Provisor, como parece adivinarse por el siguiente acuer
do del Cabiido : ?Se mand? al maestro de Capilla que en la fiesta
de Navidad no haga ninguna farsa, ni juegos, sino que traiga su
m?sica bien concertada y sus. chanzonetas (villancicos) conforme
a la calidad de la fiesta, salbo cuando por el Cabildo le fuese man
dado facer otra cosa?.
Henos aqu? ya con los primeros instrumentistas oficialmente
admitidos en la iglesia de Compostela, y digo oficia;lmente, porque
veinte a?os antes de esto, en tiempo del Arzobispo D. Alonso de
Fonseca, gratific? el Cabildo con cinco ducados de oro a los
triles de Su Se?or?a Reverendisima; como tambi?n en 1509 hab?a
gratificado con seis ducados de oro a los trompetas, y atabaleros del
Seiler Arzobispo, sin que sepamos el por qu? de estas gratific?
ciones.
Los ministriles admitidos en la Catedral eran, como se ha di
cho, cuatro : sacabuche contrabajo, tiple, seg?n reza el acuerdo
capitular, tenor y contralto. No s? hasta qu? punto podr? aduii
t?rse la legitimidad del sacabuche tiple y aun del contralto que
aqu? se nombran. Era el sacabuche una especie de tromb?n de
varas (1), que daba los sonidos m?s o menos graves alargando a
encogiendo las varas correderas que ten?a, y tambi?n por medic)
de roscas o tones de mutaci??n, como hoy hacen los trampas; se
usaba este instrumento como bajo fundamental en las Capillas, o
sea, para duplicar y reforzar la voz del bajo cantor. Los instru
mentos que reforzaban a las otras voces, sol?an ser las cornetas
blancas, negras, mudas y encorvadas, que todas estas clases hab?a,
(1) Vid. Diccionario de Pedrell.