214 oletin de la Real ylcademia Gallega
cudri?ar sus m?s ?ntimos y secretos detalles, y alcanzar as? una manera
de posesi?n inmaterial que satisfaga las ansias de dominio??y qu? es el
conocimiento sin? un dominio en el orden intelectivo?vivas siempre
en la mente y en el coraz?n de los hombres.
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Entre las manifestaciones de la actividad literaria de Curros m?s
dignas de admiraci?n y recuerdo, deben contarse sus poes?as castellanas.
Ellas,demuestran el asombroso poder de adaptaci?n, la pasmosa flexibi
lidad e inagotable riqueza de colores y sonidos que pose?a el estro del
vate orensano. Si en la l?rica gallega elev?se Curros a las alturas ?nica
camente accesibles al g?nio, en la castellana supo tambi?n conquistar uno
de aquellos puestos a donde tan s?lo llegan los alumbrados por la Iuz
sublime de la inspiraci?n; los poseedores del sagrado fuego robado a los
Dioses.
M uy popular es y muy digna de serlo, La canci?n de Vilinch, en
cuyas magn?ficas estrofas caldeadas por los generosos sentimientos del
autor, desarr?llase un breve y tr?gico cuadro de las discordias civiles que
durante tanto tiempo desgarraron las entra?as de nuestra patria. Bell?
sima es la descripci?n que all? se hace de la morada de Vilinch y con
movedor el contraste entre la monta?a abrasada por los horrores de la
guerra y la choza donde vive el tierno poeta etiskaro :
En la sombr?a falda del alto cerro,
monstruo que una corona chic de hierro,
al pie de Mendizorrot, en cuyo lomo
se abre un volcan que arroja candente plomo,
hay una pobre choza, sencilla y blanca,
nido de golondrina r?stico y breve,
cuya puerta al herido soldado, franca,
jam?s para cerrarse sus goznes mueve.
Campestres florecillas son el adorno
de la casita blanca de aquel conform);
nadie de sus linderos cerca transita
que no bendiga el nombre del que la habita.
Y as que, desde que al viento se izq en Espa?a
el estandarte negro de la discordia,
de la florida choza de la monta?a
sale la voz que dice: ?Misericordial?
No menos bella, vigorosa y animada es la descripci?n del combate
en que encuentra desdichado t?rmino la vida de Vilinch :