I22 BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA ?C
Los cortesanos vieron con disgusto 'e1 'ascendiente que en el
?nimo del rey ten?a San Guillermo y para,distanciarle, la envidia
apel? a los m?s reprobables e indignos medios que se pueden
imaginar, si bien, felizmente en este caso, la virtud del Santo sali?
triunf ante de las intrigas y ante el Monarca se acrecieron sus m?
ritos. ?
Hab?? fundado San Guillermo un monasfierio en los Apeninos
y a ?l se retir? para pasar en el mayor aislamiento los pocos
d?as de vida que le restaban. Dies le llam? a s? el 25 de junto
de 1143.
Tambi?n a este santo, como a Jorge, le contrar?a la curiosidad
de las gentes que perturbaban su retiro. Seguramente este estado
psicol?gieo se dar?a en todos los ermita?os y no es del caso, por
esta raz?n, buscar analog?a entre es' dos vidas, asi como en la
forma de peregrinar a Compostela, par? encaminarnos por sen
deros de confusi?n.
No hay ni prueba ni indicio alguno para que sea el de Monte
Virgen el San . Guillermo fisterr?n.
La elecci?n Ia considero arbitraria.
El archivo parroquial, que ha debido ser muy importante,
se ha perdido. Quiz? pudiera apareeer alg?n dia copia de la es
critura de fundaci?n del Hospital de Peregrinos, al que hemos alu
dido, que nos proporcionar? curiosas noticias sobre la historia de
Finisterre, que hoy se ignoran.
Es preciso hacer una investigaci?n en los archivos composte
lanos de la Catedral y de la Mitra por si en ellos se pudiera
encontrar la soluci?n a e$te asunto y mientras tanto me permitir?
haeer esta sugerencia : b El San . Guillermo fisterr?n es, acaso, el
ermita?o de este nombre, que habit? en aquel paraje y que el
pueblo canoniz??
Cabe en lo posible y veamos lo ocurrido en Obanos (Navarra).
?En este Reino de Navarra se conserva por tradici?n la his
toria de la vida y muerte de los Santos hermanos Felicia y Gui
llermo, y dicen haber sido hijos de los Reyes de Francia, que
seg?n el e6mputo del tiempo, eran cristianos y cuidadosos en la
educaci?n de sus liijos, a quienes inspiraron tanta devoci?n y re
verencia de Dios y die los Santos, que despu?s de pedir y obtener,
por un impulso superior, la licencia y bendici?n de sus padres,